David Lloyd, dibujante de V de Vendetta

Saló del Còmic de Barcelona

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V de Vendetta no es tu única obra. Participaste con Warren Ellis, por ejemplo, en un número de su serie Global Frequency. ¿Cómo resultó esta experiencia?
(risas)¡Vaya, no me esperaba esta pregunta! La verdad es que disfruté muchísimo dibujando este cómic. El resultado fue muy bueno, un cómic muy entretenido. Lo único complicado de trabajar con Ellis fue la cantidad de documentación que pedía. En la historia que dibujé aparecía el London Eye (la enorme noria situada junto al río Támesis en Londres, uno de los muchos símbolos de la ciudad). Tuve que ir allí, sacar fotos de todo e informarme. Y esta parte de mi trabajo se me hace demasiado pesada, nunca me acaba de gustar.

Lo más divertido fue que el guión de Warren Ellis no correspondía para nada con la realidad, En el cómic, la protagonista escala el London Eye y rompe los cristales de una de las cabinas con un martillo. ¡Pero eso es imposible! No se puede subir de ninguna manera por la noria una vez está en marcha, y por si fuera poco, las cabinas están protegidas por un cristal doble con una capa de plástico intermedia de varios centímetros de grosor, así que un martillazo no les haría nada. La conclusión es: si queréis un dibujo realista, por amor de Dios, ¡hacedme un guión realista, o dejadme hacer los diseños que yo quiera! (risas)


En la mayoría de tus trabajos solo te ocupas del dibujo. Pero en otra de tus obras, Kickback, te encargas tanto del guión como de las ilustraciones. ¿Eso te resulta más gratificante? ¿Más complicado?
Se hace más complicado desde el momento en que tienes que tomar todas las decisiones, como la manera en que se vinculan unos personajes con otros, el ritmo de las escenas... Lo mejor es que te permite tener mucha más libertad. Simplemente ofrecí mi idea a mi editor, él confió en mí y me dio la oportunidad de hacer lo que quería. Fue como dibujar en un lienzo en blanco, sin ninguna imposición. Si tienes una buena idea, lo mejor es trabajar por tu cuenta: si lo haces junto a un guionista quizá no te puedas expresar de la forma en que tú querrías.

¿Kickback es entonces tu obra más personal?
Realmente es de la que estoy más satisfecho. En ella trabajé yo solo, y es con la que me he sentido más a gusto. Alguna de mis historias más cortas, como aquella de Global Frequency, me han hecho disfrutar también, pero sí, Kickback es la más personal.

De todas maneras, el personaje con el que más me he volcado nunca fue con el protagonista de V de Vendetta, V. Me involucré mucho con él, me despertaba simpatía. Es una persona atrapada en su propia cárcel, con un objetivo claro, destruir al gobierno, que al final consigue. Es un personaje clásico, universal, al que cogí mucho cariño.

Y ya para terminar, ¿qué planes tienes para el futuro?
Ahora mismo no hay nada claro. Tengo un proyecto a medias con Jamie Delano, con quien ya trabajé en Hellblazer. Una historia de detectives ambientada en el futuro, pero no está confirmada. De todas maneras, estoy muy bien en mi situación, sin nada planificado. No tengo la obligación de hacer primero esto, luego aquello... Podría comenzar a hacer cualquier cosa.

Por otra parte, la verdad es que mi trabajo no me deja demasiado tiempo para leer. Quiero aprovechar estos días en Barcelona para descubrir el trabajo de algunos autores españoles que no llegan a Inglaterra. Sigo interesado en el medio, todavía may mucha gente con buenas historias que contar.


Estrechamos su mano y le damos las gracias de nuevo. “Gracias a vosotros”, nos responde. Una fotografía, un par de dibujos y allá va de nuevo, sin un minuto que perder, camino de una nueva entrevista o sesión de firmas. Como mínimo nosotros le hemos sacado una sonrisa.

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