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Francisco Javier Maldonado Autor de 'Ciclos'
En otros campos artísticos, como la música, Internet se ha revelado como una herramienta fundamental a la hora de dar a conocer la obra de nuevos talentos. ¿Crees que ocurre lo mismo en el mundo del cómic?
Ya ha empezado a ocurrir y estoy convencido de que en muy poco tiempo irá a más. Actualmente, existen editoriales on-line, independientes de las grandes compañías tradicionales, dispuestas a recibir tus trabajos vía archivo Acrobat (pdf), promocionarlos a través de sus webs y publicarlos bajo pedido, ahorrándose con ello grandes tiradas, intermediarios, transporte, distribución, espacio y comisión para librerías, etc.
Son innumerables los foros en los que darse a conocer de manera personal y en los que colgar tus comics para que cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, pueda descargárselo, ya sea de manera gratuita o por un módico precio.
Si eres lo bastante osado, puedes crear tu propia tienda virtual y, si sabes publicitarla convenientemente, vender tus trabajos a todo el planeta sin pagar aranceles ni derechos de exportación ni contratar distribuidores. Si encima te atreves a sacar ediciones en diversos idiomas, a elección del consumidor, entonces las posibilidades son inmensas.
Tu último trabajo, “Ciclos”, narra la historia de dos samuráis, maestro y alumno, cuyas vidas están ligadas de una forma bastante trágica. ¿Es la vida real así? Háblanos un poco de este cómic.
En esta historia he intentado reflejar entre otras una cuestión tan en debate últimamente como es el concepto de familia. Todos los personajes de “Ciclos” se han visto obligados a abandonar sus respectivas familias. El destino les ha unido en contra de su voluntad y, con el tiempo, descubren que en esa unión forzosa han llegado a reconstruir los mismos vínculos emocionales que en cualquier relación familiar. Los mismos problemas de entendimiento, el mismo rechazo e incomprensión a las normas impuestas por nuestros mayores, el rencor infantil ante las promesas incumplidas, la eterna lucha paterno-filial. Cada personaje, sin compartir en realidad ningún lazo de consanguinidad, ocupará su papel dentro de esta nueva familia, sin reconocer, hasta que es demasiado tarde, que es más lo que los une que lo que los separa. Sólo queda, como en la vida misma, desear que hayamos aprendido lo suficiente como para no cometer los mismos errores con los que están por llegar.
¿Cuáles son tus influencias a la hora de dibujar y contar historias?
En mi estilo creo que se puede encontrar un poco de todo lo que me ha gustado desde siempre, aunque quizá sean más reconocibles autores como (válgame la inmodestia) John Byrne. En alguna viñeta, creo reconocer cierta influencia de la película Mulan de Disney, aunque creo que eso es más bien por el contexto en que he ubicado la historia.
A la hora de decidir el “encuadre” del interior de cada viñeta y el tempo narrativo, casi me dejo llevar más por el cine y directores como (válgame otra vez la inmodestia) Martin Scorssese o dibujantes con un estilo marcadamente cinematográfico, como es el caso también de John Byrne. Éste último es el que, a mi entender, más y mejor emplea viñetas imitando el formato panorámico, conversaciones en plano contra plano, transiciones de distintas escenas unidas a través de diálogo, montaje en paralelo, o incluso movimiento secuencial a través de viñetas encadenadas. Toda una fusión de cine y papel que a mí personalmente me divierte mucho experimentar.
Último cómic, libro, película y disco que leíste, viste y escuchaste.
Más que los últimos, te diré los últimos que me gustaron.
En ese orden:
-Torpedo Cuba de Bernet y Abuli
-La puerta del Sol (de Fernando Fernán Gómez)
-Alatriste de Díaz Yanes.
-Recopilatorio de Queen.
Próximos proyectos.
Ahora preparo una serie de historias cortas sobre el impacto psicológico de la violencia en los que la sufren. Espero juntar todas estas historias en un solo volumen y bajo el mismo sello StudioNeo.
A no ser que algún editor decida lo contrario.
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