Presentación del XXV Salón Internacional del Cómic de Barcelona La Comunidad Valenciana es la invitada este año al evento
Un artículo de
Redacción
-
Introducido
el 19/01/2007
Sobria y concisa. Así trascurrió la presentación del XXV Salón del Cómic de Barcelona, celebrada en la Biblioteca Valenciana de San Miguel de los Reyes en honor a la Comunidad Valenciana, invitada de este año en el Salón, una iniciativa que comenzó el año pasado con la comunidad de Madrid. En una mesa presidida por el director de la Biblioteca Vicente Navarro de Luján, junto a Paco Camarasa, editor de Ponent Mon; Vicente Botella, jefe de Obra Social la CAM, y Carles Santamaría, director de Ficomic, las cuatro personalidades intercambiaron pareceres acerca de la presencia del cómic en la sociedad como ‘un elemento imprescindible para adquirir el hábito de lectura’.
Por tercera vez en dos años, el Salón cambia de fecha, que no de ubicación, que se mantiene en la Plaza Espanya: este año, en un intento de ‘vincular el cómic con otras realidades sociales’, según Santamaría, se celebrará del 19 al 22, días próximos a la festividad de Sant Jordi y el Día Internacional del Libro. Entre sus actividades contará con exposiciones de Vïctor de la Fuente (ganador del Gran Premio del Salón del año pasado) y Pablo Auladall (ganador del premio Josep Toutain), así como una importante muestra del género negro en cómic (“El género negro entre viñetas”), que también exhibirá adaptaciones de la llamada literatura negra a formato gráfico. La publicación semanal El Jueves, que cumple 30 años de historia este mismo año, y la Escuela de Cómic Joso, que llega a los 25 años, también protagonizarán sendas exposiciones.
Sin duda, el mayor esfuerzo se ha volcado en la preparación de la muestra sobre el tebeo valenciano, co-dirigida por Paco Camarasa, Álvaro Pons y Pedro Porcel, autores del libro ‘Viñetas a la luna de Valencia’. En palabras de Camarasa, se trata de “un recorrido pedagógico y cronológico del tebeo valenciano, desde 1939 hasta a la actualidad”. La Edad de Oro de los años 40, 50 y 60, la era final de los cuadernillos por entregas, la inmigración de autores a otros países, La Nueva Escuela Valenciana de los 80... “la historia creativa de la historieta valenciana”, según Vicente Botella, toda ella reflejada en esta exposición de carácter itinerante que recorrerá la geografía española desde abril hasta el Salón de la Coruña ( como siempre, en agosto), y que permanecerá en la capital valenciana desde octubre hasta enero de 2008.
Acudirán autores invitados, como siempre, en la línea de la calidad del Salón: sin contar a los nacionales, está prevista la presencia de Joe Sacco (Palestina: en la franja de Gaza; Gorazde: zona protegida), Howard Chaykin (American Flagg!, Black Kiss), ‘Jimmy’ Palmiotti (Ash, Manhunter), Alex Robinson (Malas ventas, con la que ganó un Premio Eisner), Enrique Breccia (Alvar Mayor, Lope de Aguirre, X-Force), Jacques Tardi (El grito del pueblo), J.G. Jones (dibujo de portadas para Wonder Woman, 52), Steve McNiven (Los 4 fantásticos, Civil War), Gipi (Exterior Noche), Amanda Conner (X-Men Unlimited, The Pro) y Enki Bilal (La feria de los inmortales, El sueño del monstruo), aunque desde Ficomic aseguran que podría haber sorpresas que se confirmarían a última hora, como sucedió el año pasado con la incorporación de David Lloyd, dibujante de V de Vendetta, al elenco de invitados. Y, por supuesto, se mantienen las imperecederas mesas redondas, que este año tocarán temas como la novela gráfica, la macrosaga Civil War de Marvel, o el valor periodístico del cómic, además de, por supuesto, la importancia de la historieta valenciana.
Esto fue lo que se dijo a grandes rasgos. Lo que no se contó, fue lo de siempre: que el Salón del Cómic siempre cierra con pérdidas, mientras que en el Salón del Manga sucede todo lo contrario. Que mientras el evento de l’Hospitalet se desarrolla como un festival, a la capital catalana siempre le queda ese rastro a distinción, a elitismo, que la convierte en algo muy distinto. Que hablan de los autores valencianos consagrados, pero difícilmente se acordarán de aquellos que están comenzando a despuntar. Que se pretende acercar el cómic (y las fechas del Salón) a los jóvenes, como una vía de acceso a la lectura, y se terminan reproduciendo, año tras año, las mismas actividades.
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