El Manglar 'No somos el Jueves'
Un artículo de
Redacción
-
Introducido
el 24/01/2007
La editorial Dibbuks se adentra en el mercado de las revistas llenas de viñetas con El Manglar. Después de El Cairo, El Víbora o El Jueves, y con otros proyectos en producción como BDBanda, ¿qué nos queda por ver?
El 23 de enero, en la Fnac de la Plaza de San Agustín (Valencia), se presentó al público la nueva revista de historietas El Manglar, de la mano de su editor Ricardo Esteban y maquetador, Manuel Bartual. Álvaro Pons actuó como maestro de ceremonia, moderando una mesa reducida pero que aportó más de un detalle sobre el panorama del cómic español.
La intención de esta nueva revista, editada por Dibbuks, es hacer reaparecer las revistas de historietas en los quioscos, ya prácticamente desaparecidas tras el cierre de El Víbora. Se trata de una propuesta arriesgada, por cuanto la única revista con esta temática que ha aguantado el tipo hasta ahora es la sempiterna El Jueves (ni tan siquiera su sucedáneo infantil, Míster K, pudo aguantar en la brecha). Pero la concepción de El Mangral es de un cariz distinto a la revista del famoso bufón. Por una parte, contiene series de autores españoles (Sergio Bleda, Ágreda, Mauro Entrialgo o Enrique Bonet, entre otros), al menos la mitad importados de El Jueves, autores ya consagrados, poca sangre nueva. En la otra cara de la moneda encontramos series de autores extranjeros, principalmente franceses (Emile Bravo, Frederik Peeters). Todos juntos y revueltos (es un manglar, al fin y al cabo) en una publicación bimestral, sin temática definida (‘el humor y la aventura’, según Bartual), como una recopilación de historietas, de píldoras impecables contra el tedio. No seguirá un tema de actualidad, ni mantendrá una periodicidad fija en sus series: algunas mantendrán su continuidad, otras podrían variar o ser retiradas para aparecer más tarde. Una auténtica jungla.
No es difícil que se consolide en el mercado. El invento no es nuevo, y puede funcionar como lo hiciera antes: el público de las revistas de historieta ha existido desde muy temprano en este país. Además, la nueva publicación cuenta con el aval de algunas de las firmas españolas más creativas y prolíficas: autores que, fuera de sus revistas-casa de siempre, aparecen reubicados aquí, con la posibilidad de contar otro tipo de historias, otro tipo de humor. Pero aún así, no todo actúa en su favor: su mella pudiera ser el precio. 3,95 euros a cambio de 64 páginas, es quizá demasiado elevado para el lector de hoy: la época de los álbumes de Ediciones B en tapa blanda ya terminó y, comparativamente, su competencia directa en las estanterías sigue siendo El Jueves, que cuenta con una periodicidad más seguida, semanal. Según los editores, la revista está destinada a un público de entre 16 a 30 años, además de a un público más maduro que añora sus revistas de historietas. ¿Puede mantenerse un mercado con este público tan indeciso? Por lo pronto, aseguran que se han agotado algunas remesas. Buena señal. Quizá el mercado de suscriptores sea el que definitivamente realce este sector, como está sucediendo con otras revistas de información sobre cómic.
El Manglar arriesga al atreverse con un formato de edición casi extinto, que aún así conserva su encanto. En cuanto a su contenido, quizá le falta añadir una nueva especia, y contar con algún autor novel: se echa de menos la búsqueda en la cantera de nuevos autores. Por lo pronto, podremos disfrutar de buena lectura durante todo un año, con un mínimo de seis números antes de decidir el destino final de la criatura, que esperemos continúe viva y se anime a buscar entre la maleza alguna que otra joya en bruto.
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