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La Atalaya del Vigía Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"No estoy para nada interesado en la industria del cómic." Alan Moore
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¿El futuro está en la web?

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 14/10/2009
La Atalaya del Vigía

En un mundo donde el consumo de ocio está cada vez más ligado al entorno digital, los cómics no pueden ser una excepción. Con el tema de las descargas de contenidos informáticos, musicales, cinematográficos y televisivos en primer plano día sí, día también es inevitable que el cómic como producto acabe por verse inmiscuido. ¿O no? Conviene aclarar que no hablamos aquí de animaciones o pequeñas tiras de prensa digitales que circulan por los correos y páginas web, sino de cómics de gran extensión y apoyados por las principales entidades del mundillo. La verdad es que no es usual escuchar en relación a los cómics digitales tantas polémicas relacionadas con la violación de derechos de autor, demandas económicas o condiciones de explotación del producto.

Así, en sectores como el discográfico o cinematográfico ya se ha asentado la idea del consumo a través de internet como algo normal por parte de profesionales y -sobre todo- público, hasta el punto de que una futura eliminación de los soportes físicos y la distribución estándar empieza a ser considerada como algo más que una pequeña posibilidad. Sin embargo, en el cómic, a día de hoy, semejante situación suena más a excentricidad que a otra cosa. ¿Razones? Vienen a la mente algunas, como que –por mucho que nos duela- el cómic está muy lejos del nivel de difusión generalizado del cine o la música, que el consumo de un cómic tenga una dimensión más privada y no pueda compartirse simultáneamente con otros como si fuese el nuevo tema de “The Killers” o un capitulo de “Perdidos”, que la pantalla del ordenador supone para el ojo un esfuerzo muy poco llevadero a la hora de leer de manera extensa, etc.


Sin embargo todo lo anterior no quiere decir que no existan desde hace años interesantes iniciativas relacionadas con el comic vía web. Sitios como Comic Genesis, Webcomics Nation, DrunkDuck o la comunidad en lengua española WEE han sabido establecerse como editoras de e-comics económicamente viables gracias a los ingresos obtenidos por la publicidad y el merchandishing. Si bien algunos han intentado establecer sistemas de pago on-line con pequeñas tarifas, dichas iniciativas no han tenido gran éxito. Más éxito han tenido series cuya repercusión ha traspasado la red hasta el punto de conseguir ser recopiladas en formato tradicional y/o ser publicadas en medios impresos -“Freakangels” del ubicuo Warren Ellis o la española “El Joven Lovecraft” de José Oliver y Bartolo Torres son algunos ejemplos-. Asimismo, los cómics web han sido un importante instrumento de promoción para películas como “Matrix” y series de TV como “Héroes”, webcomics que han sido capaces de tener interés por sí mismos mas allá de su condición de producto derivado. Finalmente, y de manera lenta pero segura, editoriales de cómic tradicional como Marvel y DC comenzaron en 2007 a ofrecer cómic digitales: números ya publicados con fines publicitarios, historias cortas inéditas no existentes en papel o títulos promocionales (ese reciente crossover “Punisher/Eminem”).

A día de hoy el asunto aún está muy verde y los pasos para que el cómic pueda abandonar el medio impreso de manera viable económicamente apenas están por definir, pero ¿quién sabe? Quizás en diez años estemos disfrutando de la entrega mensual de nuestra cabecera favorita en e-cómic y nos preguntemos cómo nos las arreglábamos con aquellos cuadernillos de hojas.

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