Inglaterra también existe en Marvel
De entre los muchos sectores del Universo Marvel (los personajes cósmicos, los personajes de terror, los mutantes, los héroes urbanos), servidor tiene un especial cariño por los superhéroes británicos, un grupo con una trayectoria tan humilde y llena de altibajos como interesante.
La gestación de la Marvel británica tuvo su génesis con el Capitán Britania. Este personaje -creado por Chris Claremont y Herb Trimpe- gozó de unos humildes inicios en forma de historias de complemento para acompañar la edición en el Reino Unido de los principales títulos de Marvel. Aquellas historias exhibían una mezcla de elementos propios del género superheroico con otros pertenecientes a la tradición fantástica británica. Fueron sin embargo posteriores autores (unos primerizos Alan Moore, Alan Davis y Jamie Delano) los que verdaderamente dieron empaque al personaje –cambiándolo de arriba abajo en todos los aspectos- y convirtiendo aquel pequeño complemento en una obra con entidad propia a tener en cuenta.
La posterior integración del personaje en el Universo Marvel principal mediante “Excalibur” de Claremont y Davis, junto a la actualización de Unión Jack (personaje creado por Roy Thomas en 1977) llevada a cabo por Roger Stern y John Byrne en “Capitán América” y algún personaje de nuevo cuño como Death´s Head llevó a la creación del primer supergrupo netamente británico: "Los Caballeros de Pendragón”. Esta serie de corta vida dejó sin embargo un buen sabor de boca que propició, en plena fiebre especulativa de los 90, la creación de la línea Marvel UK. Cómics producidos en Gran Bretaña, con personajes autóctonos remodelados (el citado Death´s Head) o creados para la ocasión (Dark Angel, Killpower) que gozaban de independencia, aunque se cruzaban periódicamente con sus compatriotas yanquis.
Sin ser ninguna maravilla, las series de Marvel UK se dejaban leer y permitieron el descubrimiento de nuevos talentos como el dúo Dan Abnett & Andy Lanning y los primeros pasos de actuales estrellas del lápiz como Brian Hitch, Gary Frank, Liam Sharp y los españoles Salvador Larroca, Carlos Pacheco y Pascual Ferry, que usaron a la editorial como trampolín para el mercado USA. La crisis de mediados de los 90 se llevó a Marvel UK por delante dejando a sus personajes en el limbo, mientras la marcha de Alan Davis de “Excalibur” supuso la sentencia de muerte para una serie que aún seguiría adelante varios años más con algunos chispazos de interés (la etapa de Warren Ellis y el personaje de Peter Wisdom), pero muy lejos del brillo de antaño. Únicamente una serie limitada de Unión Jack con John Cassaday recordaba a finales de los 90 que los superhéroes Marvel británicos aún existían.
Tras varios años sin noticias e intentos no muy inspirados (el "New Excalibur” de Claremont), la sorpresa llegó de la mano de Paul Cornell (guionista de la TV británica) en la miniserie “Wisdom”. Allí se recuperaba lo mejor de la Inglaterra Marvel, ofreciendo entre otras lindezas invasiones de hadas, una pelea de bar con un dragón galés (sic), la versión skrull de los Beatles, múltiples Jack el Destripador y la IIª guerra de los mundos de H.G. Wells. Todo ello con un ritmo, ingenio, carisma y espíritu festivo en seis números que dejaban con ganas de más. Marvel decidió entonces darle carta blanca a Cornell con “Capitán Britania y el MI-13”, continuación y ampliación de lo visto en aquella miniserie manteniendo su magnífico nivel. Las ventas por desgracia no han sido del todo favorables pese a la espléndida labor del guionista, que sin embargo ha conseguido cerrar la serie de manera bastante redonda. Unos cómics que ningún aficionado a las buenas historias debería dejar pasar, ya que quien sabe cuánto tiempo tardará Albión en volver a alzarse en las tierras Marvel.
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