DC/Wildstorm: Dreamwar Dos maneras de entender el heroísmo
DC/Wildstorm: Dreamwar EE.UU. - 2009 Guionista:Keith Giffen Dibujante:Lee Garbett
Editorial:Planeta DeAgostini -
144 páginas - color
Precio:11,95
Tras diversos encuentros aislados entre héroes de DC y de su subsello editorial Wildstorm (vistos en Armageddon o La búsqueda de Ray Palmer), llega el momento para que se produzca el choque definitivo entre ambas Tierras del nuevo universo DC, con toda la espectacularidad que merece este tipo de acontecimientos.
La historia que aquí nos ocupa se desarrolla en el universo Wildstorm, donde un buen día irrumpen la Liga de la Justicia, los Jóvenes Titanes o la Legión de Superhéroes, que sin previo aviso pasarán a enfrentarse acaloradamente con los grupos más representativos de dicho emplazamiento: Authority, Gen 13, Wildcats, Stormwatch... La sorpresa inicial deja paso a una respuesta contundente por parte de los héroes que han sido objeto de esta imprevista agresión, aunque algunos de ellos tratarán de llegar hasta el fondo del asunto, para intentar esclarecer qué ha movido a las fuerzas de Superman, Wonder Woman y compañía a actuar de este modo tan extraño.
El guionista Keith Giffen –cuyo nombre pasó a la posteridad hace tiempo gracias a magníficas etapas al frente de la Legión de Superhéroes o a la divertida Liga de la Justicia Internacional– construye un relato donde, lucha de poderes aparte, se hace hincapié en los distintos modos de entender lo superheroico que hallamos en estos dos universos. Las dos filosofías aquí enfrentadas (más clásica la de DC, más rotunda la de Wildstorm) sirven de punto de arranque para crear una aventura donde predomina la acción prácticamente de principio a fin.
Tal vez al principio de la historia, cuando los lectores aún no hemos logrado hacernos una composición de lugar acertada, el relato sea un tanto confuso debido a la gran cantidad de personajes implicados y al abuso de la acción. Sin embargo, hacia el final Giffen logra dar con una conclusión acertada que aclara todas las incógnitas que habían quedado desperdigadas por el camino, y que encaja con el tipo de aventuras que estamos acostumbrados a leer en cualquiera de las dos editoriales implicadas.
A los lápices tenemos a Lee Garbett, que sigue la estela de Jim Lee y otros dibujantes de los años 90, y que otorga a las páginas de este volumen un dinamismo necesario para disfrutar como se merece de este entretenido cruce de universos.
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