Wonder Woman #5 El caos reina
Wonder Woman #5 EEUU - 2010 Guionista:Gail Simone Dibujante:Aaron Lopresti
Editorial:Planeta de Agostini -
88 páginas - color
Precio:6,95
Planeta de Agostini clausura la serie Wonder Woman -dicen que hasta el año que viene- y, para despedirla, desde la editorial se han marcado un cómic especial de cuatro números con el cierre del arco argumental La ascensión del olímpico y el preludio a La Noche más Oscura(el fenómeno zombie también en el cómic de superhéroes), dos números de supuesto relax titulados Pájaros del paraíso.
Hacía tiempo que Diana de Themyscira no entraba tanto al trapo de sus enemigos. Gail Simone ha dispuesto todas las piezas del puzzle para que el patriarcado vuelva a Isla Paraíso. “Experimento fallido de Atenea”, así llama Aquiles, rey de los olímpicos, a la hija de Hipólita. Pero, ¿a qué se debe este cambio de roles? Atenea ha muerto y Zeus se ha cansado de ser menospreciado por otros dioses. En paralelo, algunos villanos de segunda, levemente inspirados por Ares, el dios de la guerra, han diseñado una aberración, le han dado vida a una diosa cuyo nombre –Genocidio- da alguna pista de sus funestas intenciones. Una criatura manufacturada a partir de los restos de una superheroína futura. El reflejo oscuro de la amazona, básico e irracional, es el mal encarnado. Caos y destrucción, pero también envidia, la de Ares, el verdadero arquitecto de toda esta tortura, el mismo que hará de la aberración su consorte.
Desde la perspectiva que da el haber leído todos los arcos argumentales hasta la fecha y viendo cómo han ido encajando todas las piezas, hay que admitir que Simone ha sabido reconstruir el mapa emocional de Wonder Woman, sorprendiendo con interesadas motivaciones maternales -no solo en la protagonista, también en otras amazonas- y planteando a una heroína más preocupada por la supervivencia -de su pueblo, de sus amistades, de su familia- que por la defensa de esa Verdad con mayúscula de la que una vez fue diosa. No en vano, en un número anterior, Atenea nos recuerda que esta heroína se ha creído mejor que nadie su papel de mártir, llegándose a responsabilizar de todo el sufrimiento provocado por su némesis. Gravedad e hiperresponsabilidad. Wonder Woman bebe del arquetipo heroico más que ningún otro superhéroe, pero también se rebela, lucha contra la programación y sufre por ello.
Saturados de tanto dolor y pérdida, no deja de ser irónico que Gail Simone haya esperado tanto para invitar a Dinah Lance, alias Canario Negro, a las páginas de este título para atar cabos argumentales, además de para ir abriendo paso a la que será la vuelta del superhéroe al drama y el caos-La noche más oscura-. Chistes sobre cuál es la delantera más famosa del “gremio”, disfraces de “furcias de élite salidas de una pesadilla de Tarantino” y muñecas manga “mágicas, alegres y felices” salpican de buen humor un fin de fiesta que, ojalá, suponga el principio de una nueva Wonder Woman, ligada a Zeus, fiel a Atenea, pero más humana, menos grave. Divertida y, por qué no, feliz.
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