Daredevil: Amor y Guerra
Daredevil: Amor y Guerra USA - 1986 Guionista:Frank Miller Dibujante:Bill Sienkiewicz
Editorial:Panini Comics -
72 páginas - color
Precio:9,95
En Enero de 1981, Frank Miller se hacía cargo de la serie regular de Daredevil y durante su larga y fructífera etapa, ayudó a definir al héroe como ningún otro guionista. Aunque su saga más conocida, esa obra maestra llamada “Born Again” fuera dibujada por un inspirado David Mazzuchelli, contaría en varias ocasiones con la ayuda de Bill Sienkiewicz, como en la novela gráfica que nos ocupa, o en la muy recomendable Electra Asesina.
Publicada originalmente en 1986, “Amor y Guerra” fue un intento de la Marvel por cambiar su forma de contar historias, dándole un nuevo marco, el de la novela gráfica, con mayor calidad en el papel y en la reproducción, en el que disfrutar en todo su esplendor de determinadas histotrias. (Recordemos que en la época, el papel utilizado en los comics mensuales era el amarillento pulp, donde el trabajo de Sienkiewicz hubiera quedado desvirtuado por completo).
Sin embargo, y frente a otras novelas gráficas que servían de prólogo a una nueva serie regular (Los Nuevos Mutantes), o como colofón (La muerte del Capitán Marvel), Amor y Guerra bien podía tener lugar entre dos números mensuales de Miller, ya que se centraba en Vanesa, la mujer de Kingpin, y la obsesión del villano por buscar una cura para ella.
Un desesperado Kingpin decide secuestrar a la mujer del doctor Mondat, para amenazarlo y forzarle a sacar a Vanesa del coma en el que se encuentra. Esta sencilla trama resulta suficiente para que Miller nos cuente una historia en varios niveles, y mezcle a Victor, el torturado psicópata encargado del secuestro, a Cheryl, la ciega esposa del doctor, y a nuestro Matt Murdock, en un imposible tirángulo.
Aunque el guión funciona bien, habría pasado desapercibido como una historia correcta pero menor de Miller, de no ser por el buen hacer del artista Bill Sienkiewicz, que utiliza su habitual fuerza narrativa para convertir esta historia en algo más. Los impresionantes usos del color, diversidad de formatos y estilos hacen que la lectura se dilate, al vernos obligados a parar en cada página, reparar en la composición de página, y en la belleza de las imágenes que nos ofrece. No en vano esta reseña está plagada de ejemplos de ello, momentos irrepetibles, que justifican por si solos la compra del tomo.
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