El Inmortal Puño de Hierro #4 Regalo de Cumpleaños: la Muerte
El Inmortal Puño de Hierro #4 EEUU - 2010 Guionista:Duane Swierczynski Dibujante:Travel Foreman y Giuseppe Camuncoli
Editorial:Panini -
176 páginas - color
Precio:16,5
¿Podrá superar Danny Rand la maldición que pende sobre su cabeza y amenaza con hacerle desaparecer tras cumplir 33 años? Lo comprobamos en la cuarta entrega de Puño de Hierro.
Devolverle el brillo a un héroe prácticamente olvidado suele contar con la gran ventaja de optar a resituarle en la actualidad con más mano ancha en términos argumentales. El riesgo es menor con un personaje de segunda fila que con uno de primera línea, por eso Ed Brubaker y Matt Fraction jugaron a su antojo con la mitología de Puño de Hierro con el objetivo de inyectar interés en la figura de Danny Rand.
Tanto por ese relanzamiento de relumbrón apoyado en un apartado gráfico de David Aja tan férreo como el puño místico de Danny como por la inclusión del personaje en los Nuevos Vengadores de Brian Bendis, el objetivo se había cumplido al haber sido capaces de reintegrarle satisfactoriamente en el Universo Marvel de Joe Quesada.
Pero por desgracia toda etapa llega a su fin, y no iba a ser diferente con la de Brubaker y compañía. Con su despedida dejaron el campo abierto para que sus sucesores explorasen una siniestra trama derivada del 33 cumpleaños de Danny.
Todos los Puños de Hierro que le anteceden murieron al cumplir esa edad, con una única excepción, la del malogrado Orson Randall.
Al llegar Duane Swierczynski, Travel Foreman y Giuseppe Camuncoli retoman esa trama que conduce al héroe a la búsqueda del por qué se salvó Orson y cómo esa respuesta le puede librar del inminente asesinato que le acecha en la esquina de al lado.
Es algo que tendrá que compaginar con su cambio de entorno. Ha pasado de moverse entre los pasillos de la multinacional familiar a trasformarla en una ONG y dedicarse a transmitir sus conocimientos de lucha a jóvenes desfavorecidos, rodeado de seres queridos como Misty Knight y Luke Cage.
Por lo tanto, la serie sigue entreteniendo y manteniendo la dignidad, pero como ya demuestra en la cabecera de Cable, Swierczynski es bueno en la aplicación de secuencias de acción pero a sus historias le faltan más enjundia. Lo mismo se puede decir de los dibujantes que le acompañan, porque si bien su trabajo es digno, se encuentran a años luz de la precisión y ambientación firmada por el vallisoletano David Aja.
Ante esta perspectiva desconcierta que Panini mantenga el formato de lujo en una serie que sin el anterior equipo creativo disminuirá previsiblemente en ventas, como ya ha sucedido en los USA hasta desembocar en cancelación. De todos modos habrá lectores que agradecerán una continuidad en el formato, más aún si no detectan demasiado el bajón de calidad que sufre la serie.
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