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El discutible relevo de Nick Furia
Hace un tiempo discutíamos aquí las secuelas que el éxito la adaptación cinematográfica de un personaje podía tener sobre la versión original del mismo en las viñetas. El caso es que allí apuntaba (iluso de mí) cómo el Nick Furia interpretado por Samuel L. Jackson no afectaba al personaje original, al estar basado en una versión alternativa (la Ultimate) del mismo. Pues bien, la publicación de la miniserie Heridas de guerra desdice lo anterior.
Visto con perspectiva, se veía venir. Con toda una legión de espectadores que sólo han conocido a un Nick Furia afroamericano, el Furia blanco, anglosajón y protestante creado por Stan Lee y Jack Kirby supone un problema. Dan igual sus cinco décadas de historia, las múltiples series que ha protagonizado, el trabajo sobre el personaje de autores como Jim Steranko o que sea un icono indiscutible del universo Marvel. ¿Qué esos nuevos potenciales lectores podrían adquirir una serie Ultimate para ver a un Nick Furia negro? Pues también, pero, ¿por qué ofrecerles un par de títulos cuando podríamos ofrecerles lo mismo en TODOS?
Así, como parte del epílogo de Miedo Encarnado (crossover que ya acusaba una descarada influencia del universo Marvel fílmico, con escenas fusiladas literalmente de las películas Thor y Capitán América), la citada Heridas de Guerra presenta al personaje de Marcus Johnson, soldado de raza negra que resulta ser un hijo perdido de Nick Furia de cuya existencia nadie sabía nada hasta la fecha. Por si acaso nadie lo viniese venir, a lo largo de la trama Johnson pierde un ojo y se queda calvo. Algo que unido al bigote y perilla que se deja al final le otorgan “casualmente” el look diseñado por Brian Hitch para su versión Ultimate. La presentación del personaje es tan forzada y mal desarrollada que resulta incluso risible (que el villano le deje tuerto es un recurso fácil pero aceptable, que el fuego de una granada le deje calvo es de juzgado de guardia). Sin embargo, en peores garitas hemos hecho guardia los fans más veteranos. Servidor es de la opinión de que no existen los malos personajes, sólo guionistas sin ideas para ellos. Varios iconos de Marvel (X-Men, Daredevil, Hulk) son un buen ejemplo de tal cosa.
Por tanto, pese a ser creado aprisa y corriendo por una mera cuestión de marketing, de caer en las manos adecuadas el personaje de Marcus Johnson podría ser un interesante añadido al cosmos marvelita. Un momento… ¿He dicho Marcus Johnson? Falso, porque en las páginas finales es rebautizado como Nick Furia Jr. Y no contentos con eso, los editores –pues se entiende que aquí el guionista pinta más bien poco- obligan al Nick Furia de toda la vida a anunciar poco menos que su retiro, alegando que la fórmula del infinito que le mantenía joven ya no funciona –contradiciendo de paso una historia de Nuevos Vengadores recién publicada- y que su recién descubierto hijo podría sustituirle. En fin, que poco menos que se le enseña la puerta de la calle a uno de los personajes más carismáticos de la editorial. Como si se tratase de un secundario olvidado que salió en un par de números hace décadas y no un personaje que hasta hace nada era protagonista de una serie de éxito entre crítica y público (Guerreros Secretos).
¿Qué (triste) consuelo nos queda a los fans más veteranos? Pues que contando la relativa facilidad con que las versiones cinematográficas de los personajes son reseteadas, cambiando por completo su aspecto e historia, este nuevo Nick Furia “customizado y mejorado” tiene los días contados. Ahora si me perdonan, voy a releerme las miniseries de Furia de Garth Ennis para quitarme el mal sabor de boca. ¿Cómo? ¿Qué no están en la continuidad del personaje? Pues si a la propia editorial le importa un bledo dicha continuidad… ¿Por qué iba a importarme a mí?
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