Desmontando al Batman de Nolan

Los cómics en los que se basó para su trilogía

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Para la inmensa mayoría Christopher Nolan ha conseguido lo impensable: recrear los elementos más simbólicos y representativos del mundo de Batman en la gran pantalla, haciéndolos aún más verosímiles y espectaculares, limpiando a su vez al Caballero Oscuro del recuerdo de versiones caricaturescas de films anteriores como el Batman y Robin de Shumacher. El aclamado director nos brindado, utilizando al Hombre Murciélago y su mitología, una de las mejores sagas del cine de la historia. ¿Y cómo ha conseguido Nolan cautivar crítica, lectores del cómic y demás cinéfilos sin conocimientos previos sobre el Caballero Oscuro? Sencillamente, basándose en varias de las mejores obras existentes de Batman y no sólo adaptándolas, sino también potenciándolas en la gran pantalla.

Como el gran calculador que es, Nolan decidió centrar su primera película del Hombre Murciélago, Batman Begins, en los primeros pasos de Bruce Wayne como Batman: el por qué y cómo llegó a convertirse en el Hombre Murciélago. Para llevar a cabo esta cinta son evidentes las muchas y buenas ides que sacó de Batman Año Uno, la aclamada historia escrita por Frank Miller y dibujada por David Mazzucheli. Tanto la cinta como el cómic cuentan los orígenes del Caballero Oscuro en Gotham, compartiendo el protagonismo con las primeras andadas en la ciudad del teniente James Gordon, al cual interpretó Gary Oldman, dando una imagen bastante semejante a la que ofrece el personaje en dicha obra. Además, Nolan se permitió el lujo de calcar algunas escenas, como el momento en el que Batman escapa del complejo donde trabaja el profesor Crane usando murciélagos o la escena final de la película, en la que el Hombre Murciélago y Gordon conversan en una azotea sobre un nuevo asesino que se hace llamar el Joker. Eso sí, en el cómic, esta misma última escena la protagoniza únicamente Gordon mediante un monólogo interno.



Otra obra muy significativa en la que se inspiró Nolan para Batman Begins fue fue The Man Who Falls, de donde cogió ideas como la del pequeño Bruce cayendo por el pozo y los consecuentes ataques de murciélagos, los viajes de éste alrededor del mundo en busca de conocimientos y adiestramientos o el final de dicho viaje en el templo en medio de la nieve (el cineasta introdujo aquí a Ra´s Al Ghul). También cogió de este mismo cómic el personaje de Herny Ducard, uno de los mentores de Bruce (aunque la primera aparición de éste fuese ese mismo año en la saga Justicia Ciega). Tampoco dudó Nolan en rescatar de Batman Año Dos, secuela carente del éxito de la primera, a Joe Chill, asesino de los padres de Bruce del que no se conocía su identidad hasta ese momento.



Una vez ya sentadas las bases del nuevo Universo de de Batman, el joven cineasta británico decidió incluir en su saga a personajes tan icónicos como El Joker o Harvey Dent/Dos Caras. Ambos nos deleitaron con sus actuaciones en Batman: El Caballero Oscuro, otro film que bebe de varias fuentes de la larga historia del Hombre Murciélago. La más clara es Batman: El Largo Halloween (ganadora de un premio Eisner), la obra de Jeph Loeb y Tim Sale, de la cual el propio Nolan destacó en su momento su gran "potencial cinematográfico".

De aquí salieron conceptos como el del triunvirato formado por Batman, Gordon y Harvey Dent, en el que este último acaba sufriendo el mismo destino que en el cómic, sólo que por distintos motivos. La escena de la reunión de estos tres en la azotea de la comisaría también es un calco del cómic, al igual que en la que el Joker quema una montaña de fajos de billetes (aunque en los cómics ardió a manos de Batman y Dent) o en la que Gordon se disfraza de S.W.A.T. para atrapar a un villano (en los cómics fue el propio Batman quién se disfrazó de tal) son algunos ejemplos del calado de El Largo Halloween en la planificación de Nolan.

Una extensa labor de documentación

Pero las lecturas e investigaciones del cineasta en la mitología del murciélago no acaban aquí. Podemos observar muchas, muchas más ideas sacadas de las viñetas publicadas a lo largo de la historia de Batman. Del número de 1940 Batman #1, Nolan reprodujo la escena en la que el Joker se disfraza de policía para cometer un asesinato, mientras que de The Dark Knight Returns reprodujo la escena en la que son los propios ciudadanos los que combaten el crimen (aunque este tipo de dilemas morales están siempre muy presentes en toda la filmografía de Nolan). Volviendo a Batman Año Uno, la escena final en la que el Caballero Oscuro salva al hijo de Gordon es muy parecida a la del film. Y de Batman: La Broma Asesina, toma la idea de llevar a un héroe hasta su límite: en el cómic fue Gordon quién sufrió los delirios del Joker, en el cine fue Dent.

Llegado el turno de la reciente Batman: The Dark Kinght Rises, si algo quedaba claro es que sería el final de esta apoteósica saga y en ella veríamos al Caballero Oscuro caer. Y gran parte de esta tercera parte se basa en el guión creado por Chuck Dixon para La Venganza de Bane, en donde nos presenta al villano y vemos cómo éste consigue destruir al Murciélago. La fijación de Bane por acabar con Batman y la idea de la liberación de presos de Blackgate también los vimos en dicho cómic. Huelga decir que de esta obra traspasó a la gran pantalla la escena en la que Bane le rompe la espalda al Caballero Oscuro.



De The Dark Knight Returns, Nolan se fijó en cómo un Bruce Wayne algo deteriorado y retirado de la vida de justiciero regresa para combatir una nueva amenaza. Partes de la macro saga Tierra de Nadie, en la que Gotham sufre un terremoto que la devasta y la deja aislada del país, sufriendo así peleas de bandas por los territorios también son visibles en esta última parte, de la que también se puede decir que quedó cierta huella de la historia de Neil Gaiman 'Qué le Sucedió al Cruzado Enmascarado', en la que nos envía el mensaje de que Batman nunca morirá.

Todas las ideas sacadas de estos cómics, unidos a la innegable inteligencia cinematográfica de Nolan y a un selecto reparto, nos han brindado tres películas que son ya parte del panteón de clásicos del cine moderno y que han cambiado la forma en la que el gran público ve y entiende el cine de superhéroes.