|
Wonder Woman #2 Superhéroes + Dioses = Una de la mejores propuestas de los Nuevos 52
La apuesta era bastante arriesgada. Wonder Woman es, a pesar de considerarse uno de los pesos pesados de DC Cómics, un personaje complicado de escribir. Su nivel de poder así como su compleja personalidad la han convertido en un icono pero las ventas no la han acompañado siempre. Quizás esto se deba a sus raíces mitológicas e históricas aunque hay que reconocer que las mejores temporadas del personaje siempre han bebido directamente de ese linaje y tradición del Panteón de los dioses, como atestigua esa brillante etapa del gran George Pérez.
Cuando DC decidió resetear por completo su universo, Wonder Woman fue uno de sus objetivos principales. La etapa realizada por J.M. Straczynski no había sido todo lo exitosa que esperaban y el papel de Diana en el panorama DC debía reforzarse. Así que se decidió buscar a un guionista de renombre y con ideas suficientes para reflotar la alicaída popularidad de la Amazona. Su papel superheroico estaba claro y sus poderes, que rivalizan en nivel a los del mismísimo Superman, le aseguraban un hueco en la Liga de la Justicia. Aún así, su título mensual debía ofrecer a los lectores algo diferente, algo que la distanciara de los demás personajes femeninos de la casa.
Aquí entra Brian Azzarello, autor de sobrada y probada capacidad y curtido en series salvajes y negras como 100 Balas o Loveless, con un enfoque diferente para nuestra protagonista. Rápidamente, surgieron dos preguntas ¿Qué tenía guardado Azzarello en su bolsa de trucos para la nueva Amazona? Y, sobre todo ¿estaba preparado un autor con clara predilección por los ambientes urbanos y personajes humanos para esta colección? Las respuestas son, claramente, uno de los mejores títulos de esos Nuevos 52 con un maravilloso enfoque adulto e increíblemente preparado.
El guionista se mueve como pez en el agua entre los dioses y la mitología pura de la que bebe su etapa. No olvidemos que las llamadas deidades son seres increíblemente poderosos pero movidos por los más bajos instintos que definen a la humanidad. A pesar de sus omnipotentes existencias y sus longevas vidas, estos seres se divierten con las miserias de otros, se entregan a la envidia y la lujuria y se mueven por puro y feroz egoísmo. Dicho de otro modo, no tienen nada que envidiar a esos asesinos y ladrones que pueblan las creaciones de Azzarello.
En este segundo tomo que nos presenta ahora ECC Ediciones, el escritor se deja acompañar por el habitual Cliff Chiang y recibe la visita del artista invitado Tony Akins (Fábulas, Hellblazer), que moldea sus lápices para parecerse artísticamente a Chiang, en un tomo que continua esa macrohistoria que Azzarello está comenzando a presentar. Diana sigue intentando proteger a Zola y su hijo nonato de las amenazas del Panteón mientras preparar un arriesgado plan junto a Hermes y el recién presentado Lennox –personaje que dará mucho juego en el futuro con algún que otro parecido a nuestro bastardo favorito, John Constantine- para frenar la amenaza de Hera. Además, la entrada en el juego de los dioses Poseidón y Hades promete un futuro muy oscuro para nuestra Wonder Woman en una serie que no puedes perderte bajo ningún concepto.
|
|
|
