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Los Muertos Vivientes 11 Tema a los cazadores
Los Muertos Vivientes 11 EE.UU. - 2010 Guionista:Robert Kirkman Dibujante:Charlie Adlard
Editorial:Planeta -
136 páginas - bn
Precio:7,5
La verdad es que cuando un servidor escuchó la premisa de esta serie por primera vez, no pudo evitar pensar que no iba a ser más que otro pobre vástago de películas como 28 Días Después o La Noche de los Muertos Vivientes, otra inocua propuesta de humanidad destruida por cataclismo zombi… Sin embargo, decir que Los Muertos Vivientes es un cómic de zombis es lo mismo que afirmar que Perdidos es una serie de un accidente de avión en una isla o que Watchmen es un tebeillo de superhéroes.
Lo que Robert Kirkman ha conseguido en esta serie, ayudado en gran medida por los sombríos dibujos de Charlie Adlard, es crear un retrato descarnado y salvaje del ser humano enfrentado a su supervivencia. No es de extrañar que en este tomo la presencia de los llamados muertos vivientes sea ínfima. Porque lo verdaderamente amenazante para la supervivencia de nuestros protagonistas es la realidad de que otros supervivientes son capaces de cualquier aberración y barbarie con tal de asegurar su autoconservación y, en algunos casos, su depravada diversión.
Al principio de este tomo, Rick Grimes y compañía siguen su peregrinaje hacia Washington D.C, que parece ser de los pocos lugares seguros que quedan en el mundo. Uno de los recién llegados al grupo afirma ser un científico del gobierno que conoce la causa de la propagación del virus zombi. Sin embargo, el grupo es atacado por una misteriosa tropa de cazadores y deben refugiarse en una iglesia para evitar su completo exterminio. A partir de ahí, las cosas sólo pueden ir a peor pero, si algo ha dejado claro Kirkman, es que Rick, reticente líder y sacrificado padre, está dispuesto a hacer cualquier cosa para asegurar la vida de su hijo. Y, en un mundo sin reglas morales ni sociales, eso es algo que puede llevarte a lugares muy oscuros.
Esta colección sigue siendo una de las mejores que se publican actualmente y los feroces y violentos guiones de Kirkman nos aseguran que lo mejor está aún por llegar.
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