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Batman: Noel Lee Bermejo asume por primera vez las tareas de guionista y dibujante
En la introducción que Jim Lee le dedica a Batman: Noel, el fundador de Wildstorm hace una reflexión sobre lo sencillo que resulta para un dibujante hacerse con el control completo sobre su obra, asumiendo las labores de guionista, pero también lo peligroso que es confiar en que hará bien ambas tareas. Por supuesto, y dado que Lee Bermejo dio sus primeros pasos profesionales bajo el sello Wildstorm, a las órdenes de Jim Lee, el ejemplo de la introducción sirve para explicar lo complicado que resulta la hazaña llevada a cabo por Bermejo.
En Octubre de 2009, Bermejo visitaba Sevilla con motivo de sus X encuentros del comic y la ilustración, y durante la entrevista que concedía a Cómic digital, no dejaba de hablar de un nuevo y secreto proyecto para DC, del que poco podía desvelar, pero que “colocaría a los personajes que ya conocemos en lugares y bajo perspectivas que nunca imaginaríamos”. Pasados los años, y con Batman: Noel entre las manos, podemos comprobar que el autor no mentía, y que la obra no se parece a nada que hayamos leído antes sobre Batman.
Es una fría noche, y mientras contemplamos como un blanco manto cubre la ciudad de Gotham, escuchamos un cuento que un padre está contando a su hijo, sobre como el viejo e insensible Scrooge recibe la visita de tres fantasmas que cambiarán su forma de ver a los que le rodean. Tomando como base la célebre cuento de navidad de Dickens, adaptada y llevada al cine mil y una veces, Bermejo toma a un febril Bruce Wayne como su particular Scrooge para contarnos esta peculiar historia navideña.
La persecución de un conocido esbirro del Joker será la causa de que Batman revisite los momentos que le han definido durante su vida, y la aparición de su archienemigo, Gordon, Superman o Catwoman, la excusa perfecta para hacer balance sobre lo que ha cambiado con el paso de los años, y lo que debe seguir intacto.
Mención aparte requiere Bermejo como ilustrador, motivo por el cual esta reseña está plagada de ejemplos de su arte, con un dominio de las luces prodigioso, y una capacidad abrumadora para crear dobles páginas en las que resumir años de continuidad del personaje.
En resumen, una más que entretenida vuelta de tuerca a las historias navideñas de Dickens, aderezada de la siempre inquietante presencia de un Joker que bermejo ha sabido hacer suyo desde que le dibujase en la novela gráfica que realizó junto al guionista Brian Azzarello.
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