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100% Marvel Punisher: El Castigador #2 – El Efecto Omega Punisher, Daredevil y Spider-Man se encuentran en una misión
La vida del sangriento justiciero Frank Castle ha sido de lo más interesante en los últimos tiempos. La salvaje misión comenzada tras el asesinato de su familia a manos de desalmados criminales se ha visto recrudecida por dos interesantes visiones en los últimos años perpetradas por dos autores curtidos en el género negro, Jason Aaron y Greg Rucka. El primero de ellos fue el encargado de entregarnos la visión más cruda y realista del personaje en esa obra maestra llamada PunisherMAX que mostraba a Castle como un veterano de guerra destrozado e incapaz de conectar con otros seres humanos cuya única razón de existencia era esa imparable venganza contra los asesinos de su familia, no por amor incondicional hacia ellos sino por la necesidad de sangre y represalia como sustituto de las emociones básicas humanas. Una magnífica serie recopilada en 4 tomos por Panini que gana con cada relectura y que está, sin duda alguna, entre las lecturas obligadas del universo Marvel.
Por supuesto, la Casa de las Ideas no quería que el carácter adulto de la obra de Aaron y Steve Dillon impidiera que otro sector del grupo se acercara a las aventuras del Castigador. Por esta razón, Greg Rucka recibió el encargo de concebir otra versión del personaje: una ubicada de lleno en la realidad superheroica marveliana y que interactuara con los más famosos personajes de la editorial. Castle podría de esta manera dirigir su ira hacia supervillanos y corporaciones criminales como HYDRA o IMA y asegurar así un espectáculo de un estilo más superproducción veraniega.
Panini publica ahora el segundo tomo de este título que, desgraciadamente, también marca la salida de Marco Chechetto de la colección. El estilo sucio y oscuro del dibujante ha servido perfectamente a los guiones urdidos por Rucka, que han sumergido a Castle en un mundo donde los policías hacen frente día a día con despreciables criminales que pueden eliminarlos con una sola mirada o conjurar zombis, en esa corriente de títulos en la que también destacan Powers o Gotham Central.
Comienza este tomo con un cruce que lleva a Punisher a aliarse momentáneamente con los otros dos héroes urbanos por antonomasia, Spider-Man y Daredevil. El acierto de Rucka, ayudado en un par de números por el excelente Mark Waid, a la hora de definir las personalidades de sus protagonistas y el antagonismo natural entre el “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” de Peter Parker y el “no confíes en nadie, dispara a todos” de Frank Castle. Los tres héroes deberán hacer frente a la totalidad de megacorporaciones delictivas Marvel para defender elDisco Omega y la peligrosa información que contiene.
Una vez terminado este crossover, el guionista se sumerge de nuevo en la historia de Rachel Cole y su alianza con el Castigador para acabar con la organización culpable de la muerte de su marido. Los magníficos secundarios brillan con luz propia en esta historia que llevará a sus principales personajes a un inevitablemente cruento destino y que sirve de introducción a la siguiente y última saga de Rucka al frente de la serie, Punisher War Zone, que enfrentará a Punisher contra los mismísimos Vengadores.
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