Batwoman Romper el espejo
Batwoman EEUU - 2010 Guionista:Greg Rucka Dibujante:J.H. Williams
Editorial:Planeta -
224 páginas - color
Precio:22
Una ciudad, una villana y una heroína. Batwoman es presentada en sociedad de la mano del dibujante de Promethea, J.H. Williams, y el guionista Greg Rucka para contarnos origen y motivación de una superheroína nacida al calor de la última Crisis. El proyecto es ambicioso, desarrollar el potencial de un personaje ligado al Hombre Murciélago no por dependencia, sino por pura inspiración. La pelirroja Kate Kane poco tiene que ver con la enamoradiza Batwoman de los sesenta. Es guapa, es sexy, tiene sentido del humor y se toma muy en serio el verbo servir, en el sentido castrense de la palabra. Sin embargo, ha sido el hecho de que no estuviera dentro del armario lo que la ha hecho famosa antes, incluso, de salir regularmente en una serie. No obstante, que sea lesbiana no significa que se haya abandonado a una vida sin hombres. Como buen freudiano, Rucka ha construido para su heroína un padre inspirador que, más que actuar como un progenitor punitivo y sobreprotector, trabaja por y para que Kate Kane se convierta en Batwoman de la manera más segura posible. También persiste Batman en el imaginario, aunque la relación sea, por el momento, más tangencial que otra cosa. Dos hombres preocupados desmedidamente por una post-mujer, formada en el Ejército y entrenada por fuerzas especiales que, con el tiempo, protagonizará el duelo simbólico más interesante visto en años; porque una relación con una superheroína donde el factor romántico queda excluido deja sitio para otro tipo de representaciones de poder.
Algo parecido ocurre con la némesis que el equipo creativo ha inventado para Batwoman. La villana de nombre Alicia no es tanto una psicópata de segunda, al estilo del Sombrerero Loco, como un doppelganger en toda regla. Una mujer que se mueve por razones ulteriores y que está ligada a la heroína desde la esencia. El espejo carroliano, en esta ocasión, es mucho más que metáfora, y las reflexiones sobre el poder quedan sustituidas por cuestionamientos clásicos sobre el origen del héroe y el reflejo del mismo en el villano. Las dos caras de una misma moneda que J.H. Williams representa de manera magistral con composiciones de página arriesgadas -para un cómic de superhéroes-, heredadas de su trabajo con Alan Moore, y radicales cambios de estilo, textura y color dependiendo de si la protagonista lleva o no puesta la máscara. Un país de maravillas por llegar el planteado por Williams y Rucka. Tal y como apunta la comentarista política, Rachel Maddow, en la edición estadounidense, “Batwoman parece estar en buenas manos”.
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