Furia: la trilogía de Garth Ennis.
Siendo como es un enamorado del género bélico, los argumentos cargados de violencia y los personajes realistas y duros como el pedernal, era inevitable que los caminos de Garth Ennis y Nick Furia acabaran cruzándose. Casi tanto como los de Ennis y Punisher. Pero aunque su relación con el espía tuerto más famoso de Marvel no es tan amplia como la mantenida Frank Castle, no por ello es menos fructífera.
Hará una década, Ennis escribió una primera miniserie sobre el personaje que inauguró la linea MAX. Acompañado a los lápices por Darick Robertson, este trabajo levantó una gran polvareda y no dejó títere con cabeza.
Amparado por la libertad creativa del sello para adultos de Marvel, Ennis presentaba a un Nick Furia envejecido, amargado y al borde del retiro al que las circunstancias conceden su deseo de volver a primera línea de acción. Tiroteos, explosiones, obscenidades sexuales, gore, personajes grotescos, cortes de manga a las instituciones políticas… un Nick Furia que quizás poco tenía que ver con aquel sargento Furia creado por Stan Lee o con el superespía desarrollado por Jim Steranko, pero una verdadera joya para los amantes de la acción y el humor más salvajes. La miniserie incluso tiene su propia leyenda negra, ya que se rumorea que su tono extremo provocó la cancelación de una película sobre el personaje con George Clooney como protagonista (algo que sin duda Samuel L. Jackson agradece repetidamente).
Tras esta suerte de final Ennis y Robertson se reunieron años después para revisar el origen del personaje en una nueva miniserie (Pacificador). Ambientada en la IIª G.M., la historia tenía un tono mucho más sobrio y contenido, narrando el encuentro de un joven Furia con una unidad del SAS británico y su posterior colaboración en una misión secreta que podría acabar con la contienda. Aunque esta suerte de Año Uno dejaba de lado buena parte de los orígenes del personaje (apenas se menciona siquiera a sus Comandos Aulladores) ya plantaba las semillas de ese adicto a la guerra de la miniserie previa, dando una muy personal visión del personaje que el guionista utilizaría ocasionalmente en su Punisher MAX.
Y es ahora, justo cuando el Nick Furia blanco, anglosajón y fumador parece haberse convertido en una especie en peligro de extinción ante la influencia de la Marvel cinematográfica, cuando Ennis vuelve para cerrar el círculo detallando el nudo de su peculiar visión del personaje. Acompañado para la ocasión por el estimable Goran Parlov, su nueva serie de Furia para MAX (Furia: mis guerras pasadas) se plantea como un ambicioso recorrido por la intrahistoria de la Guerra Fría, mostrando a través del personaje las glorias y miserias de la misma en un argumento que salta varias veces de tiempo y lugar, pasando de la Indochina francesa de los 50 a la Cuba de los 60, el Vietnam de los 70 o la Nicaragua de los 80 con invitados especiales como Punisher, Barracuda o Fidel Castro (sic). Un encargo con el que Ennis parece querer no solo decir todo lo que le queda sobre el personaje (inicialmente pensada para seis números, al final serán trece). También reivindicar la validez del mismo frente a sus nuevas versiones. Algo que, continuidad Marvel aparte, es merecedor de todos los aplausos.
|
|
|