Coleccionable Ultimate: X-Men 6 - Blockbuster

Bendis, el perfecto sucesor de Mark Millar

Coleccionable Ultimate: X-Men 6 - Blockbuster EE. UU. - 2013
Guionista:Brian Michael Bendis
Dibujante:David Finch
Editorial:Panini Comics - 152 páginas - color Precio:9,99

PUNTUACION
4,5/5

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Cuando Marvel comenzó a principios de la pasada década a dar forma al proyecto Ultimate X-Men, el primer hombre en el que pensó la Casa de las Ideas para que guionizase la serie fue Brian Michael Bendis, quien ya había calado hondo con su aclamado Ultimate Spider-Man. Pero cuando éste decidió sentarse y ponerse a trabajar en la que sería la Patrula-X definitiva, declaró no ser capaz de encontrar la voz de los personajes. Desechada esa primera opción, Marvel decidió colocar al frente de la serie a Mark Millar, quien hizo suyo a los X-Men con sus espectaculares guiones que bien podían haber servido para las versiones fílmicas.

Pero el guionista escocés no solía permanecer en una serie durante más de un año, así que fue de extrañar que este tardase el triple en abandonar a la versión Ultimate de los mutantes, etapa que recibió el reconocimiento unánime de críticos y lectores. Así, con el puesto de guionista libre, Marvel volvió a ofrecerle la labor a Bendis, con quien la Casa de las Ideas había estrechado su relación. Este aceptó el reto, teniendo como resultado el cómic que hoy nos ocupa.



Este tomo, que recoge los 6 primeros números de los X-Men definitivos guionizados por Bendis, recoge el arco argumental titulado Blockbuster, una historia en la que el miembro más enigmático de la Patrulla-X, Lobezno, volvería a verse las caras con su pasado, pero durante este encuentro, o más bien enfrentamiento, el mutante de las garras de adamantium irá recibiendo de forma involuntaria la ayuda de Spider-Man, Daredevil y por último sus camaradas, los X-Men.

El título no podía reflejar mejor el cómic, pues como si de un film veraniego se tratase, la historia se encuentra compuesta por la aparición de los personajes más conocidos de la editorial, además de algún que otro “cameo” protagonizado por Nick Furia o la Viuda Negra, por escenas de acción dignas de su predecesor, y por un guion no excesivamente complejo. Esos son los aspectos que Bendis decidió reunir en su primera incursión en los Hombres-X definitivos con fin de alcanzar el nivel de su compañero Mark Millar, logrando su objetivo de manera considerable.



Así, Bendis abandona sus característicos guiones pausados en los que la acción se reduce a lo necesario para crear una historia en la que las escenas de acción se convierten en una constante. A pesar de lo que pueda dar a entender todo esto, nos encontramos con un guion muy disfrutable que se encuentra en continuo desarrollo, sobre todo al final, momento en el que se revelan los diversos enigmas planteados, dándonos a conocer un poco más del origen de Lobezno y ofreciéndonos un final que sirve para introducir otra aventura que si bien no se tratará en el próximo tomo, sí que volverá a reaparecer más hacia delante.



Pero si los guiones venían marcados por los cambios, los dibujos no iban a ser menos. Adam Kubert había sido el dibujante que se había encargado de ilustrar la mayoría de los guiones de Millar desde el principio con la saga La Gente del Mañana hasta el final de su etapa con El Retorno del Rey. Pero en el último tomo ya comenzó a introducirse el artista David Finch con unos dibujos que le hacían competencia directa a los ya de por sí geniales trazos de Kubert. Tras finalizar el arco argumental en cuestión, Kuber partió a la par que Millar, dejando a Finch como único dibujante. Finch retrata con gran maestría a todos los personajes de la Casa de las Ideas que aparecen en la obra a la par que otorga un alto grado de detallismo y dinamismo a todas las escenas y crea unos espectaculares splash-pages.

A modo de conclusión, decir que Bendis se revela como el perfecto sucesor de la etapa de Millar ofreciéndonos un muy buen arco atípico en el guionista con el que nos incita a pensar que las próximas entregas de los Ultimates X-Men de Bendis serán, como mínimo, igual de recomendables que los de Millar.