La tormenta amaina
Wildstorm Studios, el sello editorial creado por Jim Lee hace casi dos décadas como uno de los puntales de Image echa el cierre. Algunos dirán que en realidad esta era la crónica de una muerte anunciada, cuyos primeros síntomas empezaron en el momento en que a principios del nuevo milenio fue adquirida por DC Comics. El peso de la política editorial de esta última empezó a notarse cuando se “sugirió” a varios autores modificar sus historias para hacerlas más políticamente correctas, caso de Mark Millar y The Authority o de Garth Ennis con The Boys.
A esto se unen la escasa repercusión de Worldstorm (megacrossover pensado para relanzar este universo editorial), los traspiés en la remodelación de series (decepcionantes como el Deathblow de Azzarello o perdidas en el limbo como los Wildcats y The Authority de Grant Morrison) y una cierta desgana por parte DC hacia el sello, convertido últimamente en un cajón desastre a través del que publicar adaptaciones de películas, series, videojuegos y cualquier licencia que se terciase.
Pero quedémonos con lo bueno, un apartado en el que Jim Lee puede colgarse numerosas medallas. Wildstorm empezó su trayectoria alentando todos los vicios y defectos que sacudían al cómic mainstream de los 90 (dibujo 100% visual, 0% narrativo, guiones simplones y sobados, etc) y lo hizo a una escala mucho mayor que sus compañeras en Image. Wildcats, Stormwacht, Gen 13, Deathblow, Wetworks,… títulos entretenidos pero nada memorables en un principio. Al menos hasta que el buen ojo de Lee y sus socios empezó a dar paso a una cantera de jóvenes talentos que actualmente se encuentran entre los más cotizados: Travis Charest, Jeffrey Scott Campbell, Lee Bermejo, Joe Casey, Adam Hughes, Tom Raney, John Cassaday,… y la lista sigue. También supuso un trampolín para autores ya asentados en la industria pero que hasta el momento no habían dado lo mejor de sí mismos: Warren Ellis, Mark Millar, Joe Casey, James Robinson, Steven Seagle, Brian Hitch, Tim Sale, Frank Quitely,… Trabajos como los Wildcats de Casey o el Stormwatch de Ellis hicieron que el lector comenzase a ver estos cómics como algo más que entretenimientos de usar y tirar. La consagración de Warren Ellis con The Authority –que rediseñó el concepto de c´pmic de superhéroes- y Planetary, así como la recuperación de Alan Moore para el cómic generalista (con una entretenida etapa en Wildcats que desembocaría en la línea ABC y títulos capitales como Prometha y Top Ten) pueden considerarse sus dos hitos de mayor repercusión. A ello se une la publicación de títulos como Astro City, Sleeper, Leave it to Chance o la más reciente Ex Machina, que se encuentran entre lo mejor que ha dado el 9º arte en la última década.
¿Cuál es el futuro que aguarda ahora a Wildstorm? Con sus personajes situados en el multiverso DC –Tierra 52- no sería extraño ver en breve la enésima Crisis para integrar a los personajes dentro de la continuidad principal. Por el camino se pierde sin embargo la posibilidad de un universo creativo dotado de muchas menos ataduras que Marvel o DC y abierto a propuestas más frescas y transgresoras. Es más que seguro que pronto volveremos a saber de Grifter, Midnighter, Fairchild y compañía. Esperemos que no sea entonando aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
|
|
|