From Hell: diseccionando la historia oculta
La nueva edición de From Hell, complementada con un volumen anexo lleno de entrevistas, bocetos y numeroso material extra, vuelve a poner de actualidad la ambiciosa obra de Alan Moore y Eddie Campbell sobre el tristemente célebre misterio de Jack el Destripador.
A finales de los 80, Alan Moore había decidido cambiar de aires. Pese a las excelencias de La Cosa del Pantano, Watchmen o Miracleman, el género de los superhéroes se le había quedado pequeño. Y pese a que había anunciado su intención de no seguir con el mismo, sorprendió a propios y extraños con la publicación de From Hell, una reconstrucción en viñetas de los crímenes cometidos por el infame asesino de la Inglaterra victoriana. Publicada inicialmente en la revista Taboo –cabecera creada por Stephen Bissette, su dibujante en La Cosa del Pantano- y dibujada por el escocés afincado en Australia Eddie Campbell (autor independiente de series como Baco o Alec), su lectura dejó aún más descolocados al público.
Tomando como base las teorías del periodista Stephen Knight en su ensayo Jack The Ripper: The Final Solution (1976), Moore y Campbell huyeron de la previsible opción de presentar un relato de crímenes y suspense -la identidad del asesino es desvelada prácticamente desde el principio- para presentar algo muy distinto y mucho, muchísimo más complejo. Planificada en dieciséis capítulos, From Hell (cuyo título proviene del encabezamiento de la única carta atribuida al asesino) se sirve del citado caso criminal y sus ramificaciones para estudiar una sociedad –la Inglaterra de 1888 y, por extensión, la del mundo occidental en el S.XX- y entender cómo y porqué un acontecimiento puede influir y dejar huella en la misma, alcanzando la categoría de mito en el subconsciente colectivo. Un enfoque tremendamente ambicioso y no recomendable para todos los paladares.
Haciendo gala de una densidad argumental sin precedentes en el cómic como medio -reforzada por amplios apéndices bibliográficos añadidos por Moore- y apoyada en el peculiar grafismo de Campbell –cuyo trazo artesanal y sucio recuerda a las ilustraciones de la prensa de la época- From Hell es una obra no apta para principiantes. Más allá de la conjunción de tramas paralelas -la investigación del inspector Frederick Abberline, las sangrientas andanzas del cirujano real William Gull, las conspiraciones masónicas en las altas esferas del gobierno, la cada vez más trágica existencia de la prostituta Mary Kelly-, la narración de From Hell acentúa los aspectos gnósticos –sus reflexiones sobre la divinidad y la condición humana- y semióticos –sus interpretaciones sobre los hechos y lugares- de la historia. Algo que da pie a momentos tan fascinantes como aquel donde el asesino recorre Londres explicando las raíces ocultistas de su geografía y construcciones. Una obra tan extensa y poliédrica que Moore remata con un alucinante epílogo donde estudia la historia del Destripador durante el último siglo, analizando los pros y contras de las principales teorías –incluida la suya propia- y certificando su condición de mito inabarcable y con vida propia.
Con un accidentado proceso creativo que abarca varias editoriales (Tundra, Kitchen Sink, Eddie Campbell Comics), From Hell tardó una década en ser concluida, siendo merecidamente considerada una de las cumbres de su ya de por sí prestigioso guionista. Un trabajo con el que Moore expande los límites del cómic como medio y lo lleva a un nuevo nivel de excelencia, dando pie a una obra única difícilmente funcional en un medio distinto. La mejor prueba de ello la constituye Desde el Infierno (Albert & Allen Hughes, 2001) película que, si bien no carece de interés por sí misma, resulta frustrante como adaptación debido a su convencional y reduccionista guión y a las concesiones comerciales de su estética y reparto. Aquellos que se acerquen por primera vez a la obra quedan advertidos: From Hell es una lectura que exige un gran esfuerzo a sus lectores, pero que resulta en una experiencia sobresaliente si uno acepta su propuesta.
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