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Wonder Woman #4 Brian Azzarello continua al frente de las aventuras de la Amazona
La actual cabecera de Wonder Woman es probablemente una de las más especiales de todo el Nuevo Universo DC (o no tan nuevo, que ya ha cumplido un añito). Brian Azzarello ha logrado superar al fin todas aquellas críticas que le acusaban de no saber escribir un tebeo de superhéroes al uso, con los componentes habituales del género. Alejado de la versión que nos ofrece Geoff Johns en la serie de La Liga de la Justicia, Azzarello compone una serie que explora no solo la situación de Diana en el actual Universo DC, sino también las consecuencias que tiene para una mujer de su procedencia y linaje vivir en un mundo tan diferente al que se crió. Todo mediante la creación y uso de una serie de personajes secundarios e historias encadenadas muy naturalmente que no dan un segundo de respiro.
Llegamos así la cuarta entrega de esta serie regular que ECC Ediciones recoge en tomos cuatrimestrales. Se trata de una entrega muy especial, pues una vez cerrado el argumento que nos ha tenido en vilo durante los tres primeros números de la colección, llega el momento de ampliar fronteras y acercar al ámbito de Diana un nuevo panteón de Dioses para que los lectores podamos continuar descubriendo el increíble mundo en el que se mueve nuestra protagonista.
¿Y qué mejores Dioses hay en el UDC para continuar descubriendo este mundo que los Nuevos Dioses? Las creaciones de Jack Kirby no han gozado del favor de la editorial en los últimos tiempos, pero Azzarello comienza aquí el camino de su actualización y recuperación. Un camino que esperemos otros autores sigan en el futuro, puesto que el escritor norteamericano solo nos deja ver a uno de estos extraños personajes: Orión, también conocido en la continuidad anterior como el hijo biológico de Darkseid.
El número se inicia con el Wonder Woman 0, especial que recoge una aventura previa al número 1 de la colección. Se trata de una auténtica delicia de cómic, al más puro estilo de los años 60 y 70, escrito por Azzarello y dibujado por Cliff Chiang (apoyado por Tony Akins por momentos) respectivamente, con un tono intencionadamente clásico en ambos casos, en el que no faltan los cuadros de texto de apoyo o incluso los olvidados bocadillos de pensamiento.
Wonder Woman 0 es una prueba de madurez para Diana, puesto que ante un enemigo formidable deberá tomar una decisión que marcará su trayectoria. Justo después se inicia el arco argumental protagonizado por el regreso de Orión. La saga es un in crescendo que repite el esquema que hemos visto en los anteriores volúmenes, pero con la experiencia del escritor con los personajes se convierte en un auténtico tour de aventuras y misterios que implican a todos los grandes secundarios que han pasado por la colección hasta el momento. Azzarello juega muy bien con los tiempos, dejando el encuentro entre el Nuevo Dios y Wonder Woman para el clímax final que continuará en el siguiente tomo.
Wonder Woman es, por méritos propios, una de las mejores colecciones del Nuevo Universo DC. Ofrece una imagen actual del personaje, pero al mismo tiempo respeta sus raíces engarzadas en la más pura épica legendaria, todo gracias a un Azzarello inspiradísimo y un Chiang que ofrece con sus lápices la mezcla perfecta entre el clasicismo y la modernidad, mezcla que es sin duda la esencia de la serie. Una combinación que merece la pena disfrutar y destacar de entre las novedades que publica ECC.
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