Frankenstein, Agente de S.H.A.D.E.: La Guerra de los Monstruos Los Nuevos 52 al estilo Hammer Productions
Frankenstein, Agente de S.H.A.D.E.: La Guerra de los Monstruos USA - 2013 Guionista:Jeff Lemire, Keith Giffen y Matt Kindt Dibujante: Alberto Ponticelli, Keith Giffen y Tom Derenick
Editorial:ECC Ediciones -
232 páginas - color
Precio:19,95€
El peso de la imagen clásica de Frankenstein es difícil de resistir. Desde que la famosa productora de cine de terror Hammer nos ofreciera ese primer vistazo al mastodóntico coloso creado por el Doctor Frankenstein –pronunciado Fronkonstin… No, esperad, me estoy desviando del tema- con aquellos enormes pernos insertados en su cabeza y animado por la electricidad de un poderoso rayo, el imaginario popular ha tenido una clara visión del monstruo protagonista de la inmortal obra de Mary Shelley.
La verdad es que el dramático personaje de la inmortal obra literaria, ese ser construida con jirones de difuntos y atormentada por su grotesco aspecto conocido como la Criatura, y el perpetuado por las adaptaciones cinematográficas no tenían mucho que ver en el aspecto visual. Aún así, la riqueza de matices de los actores que se situaron tras el maquillaje del resucitado –entre los que destacan Robert de Niro, Benedict Cumberbatch, Bela Lugosi, el simpático Fred Gwynne (vale, su aportación respondía al nombre de Herman Munster, pero todos sabemos a que personaje encarnaba realmente) y, por supuesto, el inmortal Boris Karloff- dotaron de una fuerza y una tridimensionalidad trágica imposible de superar al personaje.
Todo esto nos lleva a una clara e indiscutible verdad: Jeff Lemire es un fan incondicional del terror de la Hammer en general y del monstruo de Frankenstein en particular. Las tramas desarrolladas en esta colección, de las que hablaremos en breve, y la arrolladora personalidad de su protagonista y secundarios son un claro testimonio de estas afirmaciones aunque, para no faltar a la verdad, tenemos que reconocer otra inspiración en este título: el Frankenstein presentado por Grant Morrison en sus Siete Soldados de la Victoria. El protagonista de Lemire es un ser atormentado por su pasado pero atemperado por el paso del tiempo, un monstruo condenado a esconderse de la sociedad por su espeluznante aspecto pero también un soldado seguro de sí mismo y decidido a no dejarse hundir por nada de lo que este mundo pueda lanzarle. En la línea del célebre Hellboy de Mike Mignola, nuestro protagonista es alguien decidido a cambiar su destino y embarcado en una eterna gesta contra la maldad que amenaza nuestra realidad… Y con una clara predilección por zanjar los enfrentamientos con sus enormes puños y cualquier exagerada arma que S.H.A.D.E. le proporcione, por supuesto.
Aún así, Jeff Lemire es un guionista conocedor de la importancia de los secundarios en el éxito de cualquier propuesta actual. Nuestro personaje principal es bueno pero, donde el título brilla con luz propia, es en la introducción de inmejorables secundarios que vienen de nuevo marcados por el cine clásico de terror. Como si de un crossover entre propiedades monstruosas se tratara, el guionista nos presenta a Khali –milenaria momia de identidad desconocida con misteriosos poderes ocultos-, la Dra. Nina Mazursky – científica que experimentó en sí misma para convertirse en un híbrido de anfibio y humano-, Vincent Velcoro –antiguo piloto de S.H.A.D.E. transformado en mestizo vampírico- y Warren Griffith –nuevo y entusiasta recluta voluntario para inyectarse sangre lupina y convertirse en hombre lobo. ¿Qué no os parecen razón suficiente para leer este tomo? Bien, pues también añadimos a la mezcla a una secreta organización cuyo cuartel general está oculto en una esfera voladora, móvil e indestructible de 7,62 centímetros, a la que sólo se puede acceder gracias a una tecnología mezcla de teletransportador y miniaturización diseñada por Ray Palmer y dirigida por una beligerante niña de 10 años que responde al nombre de Padre Tiempo.
Además, el guionista se marca un claro homenaje a ese clásico que es La Novia de Frankenstein con la entrada en escena de la esposa del monstruo protagonista, transmutada para la ocasión en una de las más mortíferas y efectivas agentes de S.H.A.D.E. y separada de su marido por horribles circunstancias pasadas que Lemire desvelará en el tomo.
Alberto Ponticelli se encarga en solitario del dibujo de la serie en los primeros números, otorgando al resultado una aire excepcionalmente Vértigo y destacando en el diseño de los inesperados y excéntricos conceptos de Lemire gracias a su impetuoso y sucio trazo. Los últimos números están entintados por Walden Wong que resta algo de espontaneidad al trazo de Ponticelli y lo acerca a una estética muy parecida a la del dibujante de The Unwritten, Peter Gross, lo que no es necesariamente un punto negativo.
En resumen, una excelente y original propuesta dentro de esos Nuevos 52 que se mueve entre la excentricidad de propuestas clásicas DC y la nueva filosofía de la editorial con un guionista de primer orden al frente.
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