Vengadores Arena: Todos contra todos.
Uno de los rasgos distintivos de la etapa de Joe Quesada como editor jefe de Marvel fue la aparición de personajes de nuevo cuño, aportando cierta novedad al conjunto. De entre todos esos añadidos hay que destacar su apuesta por los grupos de superhéroes juveniles. Así surgieron títulos como New X-Men: Academia X, Runaways, Academia Vengadores o Jóvenes Vengadores, que tomaban el relevo de cabeceras como Los nuevos mutantes, Power pack, New warriors o Generación-X. Sucesivos giros editoriales parecieron sin embargo haber dejado huérfanos a esos personajes, condenándoles a un limbo editorial solo interrumpido por pequeñas apariciones especiales.
Pero para lo que unos es un desperdicio, para otros puede ser una oportunidad. Algo así debió pensar Dennis Hopeless que, aprovechando el poco interés que Marvel parecía tener en varias de sus nuevas creaciones, decidió incluirlas en una premisa tan arriesgada como interesante. Vengadores: arena va mas allá de lo habitual en la editorial al no tener que preocuparse por mantener a la gallina de los huevos de oro con vida. Con un ojo puesto en éxitos del cine juvenil de los últimos años como Battle Royale o Los Juegos del Hambre, el guionista –una de las revelaciones de la editorial- plantea la arquetípica premisa de la cacería humana inscribiéndola en el género de los superhéroes.
Al igual que sucedía en el seminal relato de Richard Connell El Juego más Peligroso, varios jóvenes superpoderosos son enviados contra su voluntad a una misteriosa isla. La misma resulta ser una nueva versión de Mundo asesino, el complejo letal dominado por el villano Arcade. Este, dotado de nuevas habilidades, les propone uno de sus clásicos juegos letales: los participantes deben liquidarse entre sí hasta que solo quede uno, teniendo un plazo total de 30 días y estando a merced de las trampas y manejos del villano y su nueva asistente Miss Coriander.
A priori no existe mucha diferencia entre ésta y anteriores apariciones del villano… hasta que rápidamente pasa algo que deja claro que no es la típica historia de Arcade. Y es que desde que fuese creado por Chris Claremont y John Byrne en las páginas de X-Men, Arcade pocas veces había pasado de ser un villano un tanto absurdo y paródico. La muerte de uno de los jóvenes protagonistas en las páginas del primer número sorprende tanto al lector veterano como al novato. Y eso es solo el inicio de un reguero de giros argumentales, frágiles alianzas, engañosas apariencias y muertes brutales que provocan una sensación de incertidumbre y sorpresa que atrapan la atención del lector.
Personajes tan queridos por los lectores como Chase Stein, Niko Minoru (de los Runaways), Toxica, Temple, Reptil (de la academia Vengadores), X-23 o Darkhawk se codean con algunos apenas conocidos como Juston Seyfried y su centinela o Cammi (de la saga Aniquilación) y otros creados para la ocasión como Apex, Anacronismo, Kid Britton o Deathlocket. Enfrentados a una situación límite, no todos reaccionaran de forma heroica ni sabrán sobrellevarlo… o descubrirán que lo llevan demasiado bien. Junto a las abundantes escenas de acción y (explicita) violencia el guión sabe sacar partido al desarrollo de los personajes, dotándoles de una voz propia que implica al lector en la trama más allá del recuento de víctimas. El trabajo de Kev Walker (Thunderbolts), aunando dinamismo y expresividad con un tono rudo y sucio, se ajusta a la premisa como un guante. Tanto que cuando ocasionalmente es sustituido por Alessandro Vitti se nota algo en falta.
Planteada como una historia cerrada de 18 números –aunque, correspondiendo a su espíritu de reallity show extremo, Hopeless se refiere a ellos como “primera temporada”- Vengadores: arena proporciona una lectura donde a cada número, a cada página, literalmente cualquier cosa puede pasar. Una rara avis que destaca por meritos propios entre los lanzamientos de Marvel Now y que se merece toda la atención del lector.
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