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Hellblazer de Peter Milligan #10 La calada final
Final del camino. Tras 25 años de trayectoria en manos de algunos de los autores más respetados del medio, manteniendo un nivel medio envidiable a lo largo de 300 números, Hellblazer echa el cierre. Y a pesar de que en los Nuevos 52 aún queda John Constantine para rato, ya nada será lo mismo tras el funeral que alberga las páginas de este tomo con los últimos números de la serie.
Peter Milligan, último cronista del hechicero urbano más famoso de Reino Unido, dispone sus cartas cuidadosamente para esta mano final. Conocedor de la reputación del personaje y de su capacidad para salir triunfante del destino más aciago, el guionista comienza la trama con un John Constantine al que diversos presagios parecen convencer de su inminente muerte en cinco días. Contada desde el punto de Epiphany, la joven esposa del protagonista –y sin duda, el gran hallazgo de Milligan en la serie- la historia presenta una trama donde nada acaba siendo lo que parece. Recuperando tramas y personajes desarrollados a lo largo de su etapa –la complicada relación de Constantine con su sobrina y su suegro mafioso, el demonio metamórfico Julian o ese inesperado pariente perdido del protagonista- Milligan cuenta una historia llena de giros en los que nunca se sabe donde terminará la trama, apoyado en la parte gráfica por Giuseppe Camuncoli y su don para el ritmo y la expresividad.
Pese a la incertidumbre que genera, esta última historia de Hellblazer no destaca por sus momentos álgidos o por sus giros argumentales, sino por el retrato que hace de su protagonista. Maduro y cansado pero aún fiel a sus principios y a esa personalidad que le caracterizan, Milligan reivindica los rasgos distintivos que han hecho de Constantine un personaje tan único, longevo y querido por los fans. El resultado destila un tono triste, propio de una elegía, que deja claro que es el fin de una época.
Quizás algunos le echaran en cara a esta última aventura la falta de una mayor intensidad o la necesidad de un cierre más memorable, pero tal cosa habría sido indigna –por tópica- de un personaje tan peculiar. Quedémonos mejor con esas páginas finales, enigmáticas y abiertas a toda clase de especulaciones, que muestran un desenlace inusual acorde a la leyenda de trampas, tragedias y salidas inesperadas de su protagonista. Una leyenda que tal vez, en un futuro, sea capaz de volver tras sus propios pasos y demostrar cómo nos ha engañado tras haberla creído muerta y enterrada. Un truco digno del mago más peculiar que han dado las páginas del comic.
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