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Indestructible Hulk #17 Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Practico para decirte adiós" Bleach
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Indestructible Hulk #17

Daredevil y Hulk entran en un bar…

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 08/11/2013

La etapa de Mark Waid al frente de uno de los personajes decanos de la Casa de las Ideas está siendo bastante movida. El guionista ha demostrado con creces que es capaz de dar la vuelta a los conceptos intocables de los más conocidos personajes y dotar sus propuestas de excelentes e innovadoras ideas. Por eso, su llegada a Hulk llenó a los fans de esperanza y el autor ha transformado esa esperanza en seguridad a la hora de componer una de las etapas más entretenidas que el Gigante Esmeralda ha vivido en años –No te preocupes, Peter David, no nos olvidamos de ti…

Además, para elevar un poco la apuesta, Waid también es el guionista de Daredevil y su visión del Hombre sin Miedo, cargada de acción salvaje y espectacular humor, ha cautivado de nuevo a los lectores que, tras las brillantes etapas de Brian Michael Bendis y Ed Brubaker, sentían que el personaje había perdido un poco el rumbo. Así que tenemos al imparable coloso en un lado y a Matt Murdock en el otro ¿Qué podemos hacer?


Pues un cruce entre personajes –que no colecciones, que Waid sabe que para eso ya están los macrocrossovers marvelianos que han llegado al nivel de pisarse unos a otros- que da lo mejor de sus protagonistas, de su guionista y ficha a un dibujante que promete convertirse en un peso pesado en los próximos años, Matteo Scalera.

La historia es simple… ¿Recordáis que ahora S.H.I.E.L.D. consigue a Bruce Banner todos los juguetes tecnológicos que necesite para sus experimentos a cambio de que Hulk sea un Arma de Destrucción Masiva exclusiva de la organización? Bien. Entonces sólo me queda explicaros que el acuerdo no es todo lo satisfactorio que debería para María Hill, directora de la fuerza supragubernamental y que lo único que impide que rompa ese tenso acuerdo y decida buscar la manera de acabar con el enorme monstruo es la información que Banner ha puesto en manos de una de sus personas de confianza. Pues bien, esa persona es también abogado… Venga, lo sabéis… Y ciego… Ahora sí… Y ejerce sus trabajos en la Cocina del Infierno… Y se llamaba Dan Defensor tiempo ha, aunque la mayoría ya le conoce como Daredevil.


Waid saca su caja de trucos y nos ofrece una historia en la que S.H.I.E.L.D. decide evitar una operación de tráfico de armas que se llevará a cabo en un barco anclado cerca de Nueva York, motivo por el cual Banner decide hacer una visita rápida a Murdock y tratar algunos temas pendientes acerca del trato actual con Hill. Por supuesto, nada sale todo lo bien que las partes implicadas desearían y, tras una de las entradas marca registrada de Hulk, uno de los delincuentes huye con un arma con potencial para borrar del mapa bastantes calles de la Gran Manzana.

Con villanos inesperados, planes descabellados y la mejor entrada en un bar vista en los cómics en los últimos tiempos, Waid sigue demostrando que es uno de los mejores guionistas de la industria actual.


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