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Crítica USA - Dockwood Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Tranquilos. No insultaré la legendaria solidaridad criminal sugiriendo que me deis el nombre sin torturaros. " Rorsarch / Watchmen #10
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Crítica USA - Dockwood

Un melancólico McNaught nos embargará de tristeza y pesadumbre

Un artículo de Mario de Olivera - Introducido el 29/11/2013
Crítica USA - Dockwood
Crítica USA - Dockwood USA - 2012
Guionista:Jon McNaught
Dibujante:Jon McNaught
Editorial:Nowbrow - 64 páginas - color Precio:19,99$
PUNTUACION
4,5/5
Etiquetas: Crítica USA - Dockwood / / Drama / Drama /

Nowbrow irrumpió en el año 2008 para poner patas arriba la escena independiente en el mundo del cómic. A las historias de carácter intimista y algo más arriesgadas que podemos encontrar en el cada vez más extenso catálogo de la editorial, hay que añadir una seña de identidad propia: cada uno de los comics está impreso en un formato distinto y cuidado hasta el último detalle, convirtiendo la lectura de cada una de las referencias en toda una experiencia para disfrutar al máximo.

Uno de los autores más interesantes es el británico Jon McNaught que, previamente a este Dockwood, ya había entregado los maravillosos Pebble Island y Birchfield Close, ambas para la mencionada editorial. Con este par de obras el autor había presentado sus credenciales para ser tomado en cuenta y pocos podían esperar los sobresalientes resultados que Dockwood atesora en sus páginas.


El que es el último trabajo de McNaught hasta la fecha pertenece a esos comics contemplativos y calmados cuyos máximos exponentes se encuentran en gente como Chris Ware y Seth, pesos pesados de una corriente que cada vez cuenta con mayor número de aficionados. El bonito volumen se compone de “dos historias de otoño”, tal y como se anuncia en el propio comic, y, ni que decir tiene, el tono nostálgico y melancólico impregna toda la narración.

Cada una de las técnicas usadas por el autor en ambas historias pone especial énfasis en describir con todo detalle el paso del tiempo en un pueblecito en el que nunca parece ocurrir nada y todos los días parecen ser el mismo, no escatima el uso de viñetas de mínimo tamaño para ilustrar como una ardilla salta de una rama a otra o cómo uno de los protagonistas pela una fuente de patatas.


Mezclar en un mismo comic como Dockwood temáticas como el otoño, con todo lo que ello significa, a un autor como McNaught y escenarios como una residencia para ancianos o un instituto, no hace más que acrecentar esa sensación de desasosiego y pesadumbre que sufriremos desde que pasemos la primera página. Mayor mérito tiene el autor para transmitir todas estas sensaciones teniendo en cuenta que apenas nos vamos a encontrar diálogos o bocadillos a lo largo de las dos historias. Quizás no llegue aún a la maestría de Ware pero no cabe la menor duda que McNaught es uno de esos nombres a los que no habrá que perderle la pista para futuros trabajos puesto que no tardará en llegar esa obra maestra que termine de encumbrarlo hasta lo más alto.


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