Beowulf Impresionante adaptación del legendario poema épico
Beowulf España - 2013 Guionista:Santiago García y David Rubin Dibujante:David Rubin
Editorial:Astiberri Ediciones -
200 páginas - color
Precio:25,00€
Pocas veces una historia contada a través del noveno arte ha generado tanta expectación por su lanzamiento entre los aficionados españoles como Beowulf. Comenzar esta crítica con esta afirmación puede ser algo exagerado, pero no está muy lejos de la realidad: comentarios, entrevistas y reseñas en páginas especializadas, blogs y medios generalistas, antes y después de su salida, lo avalan, todo gracias a la unión en la misma obra de dos de los autores más reconocidos y alabados del panorama patrio en los últimos años: Santiago García y David Rubín. El primero, escritor de obras como El Vecino (con Pepo Pérez. Astiberri Ediciones) o La Tempestad (con Javier Peinado. Astiberri Ediciones), pero sobre todo conocido por su faceta como teórico del cómic, de la mano de su ensayo La Novela Gráfica (Astiberri) o coordinando Supercómic: mutaciones de la novela gráfica contemporánea (Errata Naturae Editores) y Panorama (Astiberri Ediciones). El segundo prácticamente tampoco necesita presentación. Calificado de "polémico" en ocasiones por su sinceridad en cada una de sus intervenciones sobre el mundo del cómic, posee un talento y una habilidad fuera de serie tanto como para el dibujo como para la narración, algo que quedó demostrado sobradamente tanto con sus primeras obras (La Tetería del Oso Malayo, Astiberri Ediciones; Cuaderno de Tormentas, Planeta DeAgostini) como sobre todo con los dos volúmenes que conforman El Héroe (Astiberri Ediciones), uno de los grandes éxitos recientes del mercado español de próxima publicación incluso en los Estados Unidos (Dark Horse Comics)
La historia de cómo se gestó Beowulf es de dominio público e, incluso, casi podría dar para otra novela gráfica. Santiago García concibió el guión de esta versión de la historia en 2002, en sus inicios como guionista de cómic. Uno de sus proyectos, El Vecino, su particular versión de los superhéroes en tono de comedia, siguió adelante, obsequiándonos con hasta tres volúmenes. Sin embargo otro proyecto al que llevaba mucho tiempo dándole vueltas, Beowulf, ilustrado por uno de los artistas españoles con más estilo, Javier Olivares, se perdió por el camino. A pesar del inmenso trabajo, de las ganas (el poema clásico es una de las obsesiones de García desde su infancia) y de la confianza mutua que depositaron en el proyecto, la obra, las 72 páginas previstas, no pudieron terminarse. Santiago desvelaría esta historia públicamente en una entrada de su blog que leyó atentamente David Rubín, que en esos momentos estaba embarcado en terminar El Héroe. Rubín, que había visto como en poco menos de una semana García anunciaba la cancelación de dos proyectos (el ya mencionado y otro en colaboración con Manuel Fontdevilla), decidió que no podía quedarse de brazos cruzados ante tanta injusticia hacia dos creaciones que aparentemente lo tenían todo para triunfar. Tras ponerse en contacto con Santiago, que aceptó emocionado la ayuda del dibujante, el nuevo e ilusionante equipo creativo de Beowulf comenzó un arduo proceso de reconstrucción, mejorando el texto original de García y adaptándolo al explosivo estilo de Rubín.
Beowulf es uno de los poemas épicos anglosajones más conocidos. Escrito en inglés antiguo, con una fecha de composición desconocida (se habla de un periodo que va desde el siglo VIII hasta el XI d.C.), se ha adaptado en numerosas ocasiones a prácticamente todos los medios. El propio Santiago realizó en las últimas semanas en su blog un repaso por las adaptaciones más conocidas, siendo la película de 2007 guionizada por Neil Gaiman y dirigida por Robert Zemeckis el último gran intento de llevar la historia del héroe escandinavo al gran público. La versión de García y Rubín no pretende sin embargo basarse en ninguna reinterpretación y actualización de la historia: su novela gráfica se sustenta en el poema original, los 4 cantos de aquel, convertidos aquí en 3 grandes y muy entretenidos capítulos, acompañados por un curioso y sorprendente epílogo (si es que podemos llamar así a esas 4 ambiciosas páginas finales). La acción se sitúa en Heorot, un reino de la isla de Selandia, en la actual Dinamarca. El rey Hroðgar se encuentra desolado ante los constantes ataques de una misteriosa criatura llamada Grendel, de origen desconocido, un jotun/troll demoniaco que asedia constantemente las tierras del rey, acabando con sus nobles. Un buen día un grupo de héroes, encabezado por el misterioso Beowulf, arriba en la isla y, presentándose ante el rey, afirma poder derrotar y matar a Grendel, librando de una vez por todas de su demoníaca presencia al pueblo de Heorot.
Así comienza un auténtico tour de force donde García adapta de forma impecable el intertexto y la estructura del original. Sus diálogos, las lapidarias y grandilocuentes frases que pone en boca de sus personajes, en especial del protagonista, se nos quedan grabadas en la cabeza y nos ayudan a entender las motivaciones de cada personaje y construir su caracterización, sobre todo ante la falta de textos y cuadros de apoyo, algo realizado intencionadamente para que el lector preste aún más atención al lenguaje y las acciones de cada uno. Todo, por supuesto, ilustrado por un Rubín en estado de gracia, cuya trazo, poderoso, épico, inmenso, capta a la perfección la violencia y brutalidad de las batallas de Beowulf, y nos transmite de igual manera su inflamable personalidad y su coraje.
Si bien es complicado decir hasta donde llegar la aportación de García y hasta donde la de Rubín en lo creativo, en el apartado gráfico no hay ninguna duda. El trabajo que ha realizado Rubín para que Beowulf sea la impresionante novela gráfica que hoy podemos tener entre nuestras manos es inconmensurable. Tras su trabajo en El Héroe, el dibujante ha adquirido la buena costumbre, gracias a su habilidad y talento, de convertir cada página, la narración, en un espectáculo que gana prácticamente cualquier comparación con cualquier otra obra de acción actual que se le ponga por delante. Splash-pages, uso de varios niveles de narración en la historia mediante la combinación de viñetas y colores, perspectivas rompedoras, aprovechamiento máximo de cada rincón de la página... el ourensano utiliza todos y cada uno de los recursos que conoce para convertir Beowulf en toda una experiencia para el lector. Sorprenden especialmente dos detalles: por un lado, el diseño de Grendel, como una especie de Alien/Predator con un aura mitológica que asusta más que por su presencia, por la insinuación de la misma y, sobre todo, por su explícita brutalidad. Por otro, el uso del color, tan parecido y tan diferente al mismo tiempo a lo que pudimos ver en El Héroe, con el rojo en este caso como elemento básico. El contrapunto que se establece entre los gélidos parajes en los que se desarrolla la historia y el rojo que aplica Rubín es perfecto, y aumenta por momentos la sensación de estar ante una historia "infinita", tan grande como esos clásicos cinematográficos de monstruos, leyendas y héroes valerosos con los que todos hemos disfrutado en algún momento.
La edición con la que nos ha obsequiado Astiberri Ediciones es prácticamente perfecta. El aumento del tamaño del volumen al estilo álbum europeo (22 X 31 cm), una sugerencia de última hora realizada por los propios autores, es uno de sus grandes aciertos a pesar de haber encarecido el precio del tomo. La historia de Beowulf se disfruta al máximo, en especial los combates (tanto con Grendel como con “el otro monstruo”) y sus inmensas páginas dobles llenas de acción y detallismo. Igualmente la reproducción y los colores, sobre el tipo de papel elegido por el propio David Rubín, son magníficos. Sin embargo, sí tenemos que poner una pequeña pega en la rotulación. Y es que el aumento del tamaño ha provocado que muchos de los bocadillos sean exageradamente grandes en muchas viñetas, al igual que el tamaño de la letra, que da la sensación de estar destinada a un tipo de público muy diferente al que en realidad está enfocado la obra (juvenil-adulto). Un pequeño “pero” que no empaña, ni mucho menos, el trabajo de los autores de una novela gráfica que cualquier amante del buen cómic debería tener ya en su biblioteca personal.
Esta crítica ha podido ser realizada gracias a la cortesía de Alita Cómics A Coruña, donde el pasado viernes se celebró la presentación del volumen junto al propio David Rubín
Preview de Beowulf en El Mundo
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