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Batman: Nueve Vidas Retorno al pasado
Batman: Nueve Vidas USA - 2002 Guionista:Dean Motter Dibujante:Michael Lark
Editorial:ECC Ediciones -
128 páginas - color
Precio:14,95€
Las historias de Batman siempre han tenido fuertes lazos con el género negro. Tanto en lo argumental como en lo estético. El sello editorial Otros Mundos y su concepto de presentar a los personajes de la editorial en otros contextos y épocas permite, en el caso del Hombre Murciélago, que esos rasgos comunes adquieran una propiedad mayor situando al protagonista en la época dorada del género.
Dean Motter y Michael Lark, autores de experiencia probada en el género (Terminal City, La Escena del Crimen), son los encargados de elaborar esta historia que reúne varios de los elementos habituales del género (femme fatales, detectives de vuelta de todo, hampones sin escrúpulos, corrupción, chantaje…) mediante versiones noir del protagonista y su galería habitual de secundarios. La trama arranca con el asesinato de Selina Kyle y la investigación que inicia Dick Grayson, un ex-policía reconvertido en fisgón profesional. Investigando las turbias relaciones de la finada, Grayson se encuentra con una peligrosa congregación de sospechosos: el misterioso multimillonario Bruce Wayne, su corrupto abogado Harvey Dent, el hampón apodado Pingüino, su brazo ejecutor Mr. Frío, un ladino jugador profesional conocido como Joker o un misterioso hombre reptil que asola las alcantarillas. Personajes que, más allá de algún cambio estético, en realidad no están muy lejos de sus contrapartidas oficiales.
El depurado trazo de Lark, claro y con un inteligente uso del sombreado, así como la documentada estética de época destilan el aroma de películas como El Halcón Maltés, Perdición o La Dalia Azul. Por suerte, el resultado no se queda en la estética. El guión de Motter no se limita a utilizar los elementos del género de manera mecánica, sino que ahonda en su esencia con una trama cargada de ambigüedad moral, escenas de violencia seca, ácidas réplicas y retruécanos argumentales elaborados con precisión. De hecho, el que Bruce Wayne luzca su disfraz de murciélago en ciertas escenas es casi una molestia, pues rompe el tono de la historia que funcionaria sin problemas de utilizar personajes completamente originales.
Planificada como si fuera un viejo serial cinematográfico dividido en capítulos, el cómic rescata el formato horizontal de los viejos cuadernillos. Una opción estilística a la que Lark sabe sacar un gran partido en cuestión de narración secuencial mediante el uso de viñetas panorámicas. Una gran historia que reúne todas las virtudes del sello Otros Mundos.
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