Batman e Hijo Este chico es un demonio
Batman e Hijo Estados Unidos - 2007 Guionista:Grant Morrison Dibujante:Andy Kubert / John Van Fleet
Editorial:Planeta de Agostini -
200 páginas - color
Precio:18,95
Son varios los superhéroes que en el último lustro han descubierto con sorpresa una paternidad inesperada. Lobezno y Hulk son dos de ellos, pero el más interesante de estos retoños que han llegado ya crecidos a las puertas de sus conocidos padres es Damian Wayne, hijo de Batman.
Grant Morrison le introdujo en la continuidad del murciélago en su primer arco argumental como guionista regular del título central de Batman, una tarea que aún desempeña hoy en día y que se desarrolla en base a un plan maestro que desde 2006 ejecuta sin prisas el escritor escocés.
El nombre de Damian no es casual, es un claro guiño al anticristo cinematográfico de La Profecía que encaja perfectamente con la denominación que merece el hijo de Talia Al Ghul y nieto de Ra's Al Ghul, ambos líderes de la Liga de Asesinos. Y por si la militancia en tan siniestro clan no fuese suficientemente tenebrosa, la ambición ecoterrorista de Ra´s impone a su linaje un controvertido ideario capaz de convertir a sus huéspedes en disciplinados guerreros de moral deforme.
Dado el protagonismo que ha ido ganando Damian en estos años, hasta el punto de adoptar la identidad justiciera de Robin, Planeta recupera en un jugoso volumen esa primera saga en la que Talia envía a su hijo a que expanda su entrenamiento al lado de su padre. El choque entre del niño (no olvidemos que tiene unos 8 años) con Batman y su entorno enciende las relaciones entre personajes en momentos realmente divertidos y bien aprovechados por el guionista.
La actitud más desenfadada del Bruce Wayne que trata Morrison engrana con un carrusel de acción que saca rendimiento a la lluvia de ideas a las que nos tiene acostumbradas el responsable escritor de New X-Men y All Star Superman. De ahí que veamos un ejército de hombres murciélago, un capítulo en prosa ambientado en el asilo Arkham o una visión futura de Damian como portador del legado de Batman. Podemos leer todo esto porque además del arco argumental principal el tomo incluye otros números posteriores, en concreto todos los dibujados por Andy Kubert a excepción de la entrega en prosa cuyas ilustraciones de acompañamiento firma John Van Fleet.
Andy realiza un trabajo extraordinario, en la línea impactante de la etapa de Jim Lee, sin embargo nos hubiese gustado que su aporte se hubiera prolongado durante más episodios, porque un dibujante de su talla le habría aportado más trascendencia a una etapa tan destacada. Pero es una lacra con la que Morrison tiene que cargar habitualmente. No importa cuánto se empeñe en afinar sus guiones y en no excederse en el uso de planteamientos enrevesados, siempre habrá un baile de dibujantes que le reste uniformidad al conjunto. Un conjunto que en el caso de Batman está ejecutando con una energía e interés que no consiguen eclipsar los altibajos de turno.
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