Marvel vende. Es más: Marvel vende mucho. Eso es una afirmación que creo que cualquier aficionado, ya esté dentro del mundo del cómic o fuera de él, puede hacer sin ningún reparo. Los personajes de la Casa de las Ideas están generando noticias continuamente en su versiones de papel, cinematográficas o animadas. Todo un mundo, el del Universo Marvel, preparado para ser explotado y relanzado a las nuevas generaciones, como un gran imperio del entretenimiento que ahora comparte además casa con Mickey, Indiana Jones o con el mismísimo Darth Vader. Por tanto, teniendo todo esto claro, la pregunta es… ¿cómo es posible que de entre todas estas maravillas haya podido surgir un producto tan irregular y decepcionante, tan poco atractivo, para aficionados y neófitos, como es Agentes de S.H.I.E.L.D.?
¿Qué se oculta tras ese lugar mágico llamado Tahití?
Iniciar este artículo con esta cuestión parece un tanto exagerado, pero no es menos cierto que es una continuación evidente de lo que ya apuntábamos tanto en nuestro comentario del capítulo piloto como en el que realizamos de los cinco primeros episodios de la serie: a este espectáculo le falta algo, le falta chispa, le falta carisma, le falta invertir e ir a por lo que quiere. ¿Y qué es lo que quiere? Entretenernos. Y eso, por desgracia, lo ha conseguido en muy pocas ocasiones. Llegamos a la mitad de temporada, con infinidad de dudas en cuanto a lo que podrá pasar, y si en estos primeros meses de 2014 Agentes de S.H.I.E.L.D. podrá convertirse en una serie que merezca la pena ser vista por todos.
Para empezar… ¿de qué trata exactamente S.H.I.E.L.D.? Se nos presentó en un primer momento como una serie que ahonda en el Universo Marvel Cinematográfico a través de la organización que ha vertebrado el mismo, una especie de ampliación de lo ya conocido. Pero no es exactamente así, y la serie no ha acabado de encontrar su estilo.
La promesa de conexiones con 'Thor: El Mundo Oscuro' se saldó con un flojo episodio
¿Ejemplo? El octavo episodio (The Well), que conectaba con la trama de Thor: El Mundo Oscuro. Se nos anunció como un crossover que abordaría el día después de la entretenida secuela del Dios del Trueno, pero lo que nos encontramos todos fue un tedioso capítulo en el que se adaptaban sin ningún cuidado conceptos vistos en Miedo Encarnado, uno de los eventos Marvelitas más olvidables de los últimos años, y en el que se pasaba de puntillas por lo ocurrido en Londres con Thor y compañía.
Peter MacNicol se ha pasado por la serie interpretando a un misterioso profesor con residencia en Sevilla
Los guionistas, a pesar de las evidentes trabas de presupuesto, lo tenían bastante fácil a la hora de enganchar las tramas, simplemente recogiendo lo que sucedía una de las escenas post-créditos de la película. Pero decidieron complicarse un poco más de la cuenta y, por si fuese poco, y por la parte que nos toca a los aficionados españoles, se nos obsequiaba con una visita a nuestras tierras… más o menos, puesto que era prácticamente imposible identificar ese lugar como España, más allá de una alusión a la tópica siesta. Peter MacNicol, veterano actor que ha pasado por producciones de gran calidad como Ally McBeal o 24, era desaprovechado al máximo, mientras que asistíamos a la enésima ¿pista? (por llamar de alguna forma) del único misterio y de la única razón por la que muchos seguían viendo la serie en ese instante: la resurrección de Coulson.
Resultó cuanto menos llamativa una decepción así en uno de los episodios más esperados, justo después de un par de entregas que por una vez parecían demostrar de lo que eran capaces los actores. Hablo, para empezar, del sexto episodio (FZZT), en el que Fitz (Iain De Caestecker) estuvo a punto de ser la primera baja del equipo de Coulson en unas escenas de lo más emocionales, aunque un tanto predecibles. Como era de esperar los guionistas no se atrevieron aún a dar un paso tan grande, aunque no habría estado de más aprovechar la ocasión para dar un gran golpe de efecto a modo de revulsivo (como sería la muerte de uno de los protagonistas).
La encarnación televisiva de Victoria Hand (Saffron Burrows) es una implacable agente de S.H.I.E.L.D.
El séptimo episodio (The Hub), sirvió para romper precisamente un poco la tónica predecible de los episodios, con la incorporación de Saffron Burrows como Victoria Hand. La que en el cómic fue mano derecha de Norman Osborn y cabeza visible de HAMMER, se nos presenta aquí como una agente de S.H.I.E.L.D. por encima incluso de Coulson (¿no era el Nivel 7 el más alto? Parece que no), que si bien recuerda poco o nada a su homóloga comiquero, parece que dará bastante juego en el futuro, pues no quedan nada claras sus intenciones. El incorporar y aprovechar un reparto e ideas que vayan más allá de los casos episódicos es una de las virtudes que deben potenciar los creadores de la serie y que de momento no estamos apreciando demasiado. O lo que es lo mismo: potenciar la capacidad de sorprendernos con todas esa ideas, ya sea a través del grupo de personajes protagonistas, o bien explorando el mundo que les rodea.
El problema respecto a eso es que las actuaciones, a pesar de tener sus pequeños buenos momentos, son uno de los grandes puntos negros de Agentes de S.H.I.E.L.D. Hasta el propio Clark Gregg (Coulson) se ha visto afectado por esa ola deprimente y fría que parece rodear a todos los personajes, dejándonos interpretaciones que no transmiten nada a los espectadores. Sangrantes son los casos del Agente Ward (Brett Dalton) y Melinda May (Ming-Na Wen), salvándose al menos Fitz y Simmons (De Caestecker/Henstridge) gracias a que, a pesar de ser pesados por momentos, parecen ser los únicos que tienen personalidad propia.
Solo Chloe Bennet (Skye) se libra de este síndrome, el único personaje con el que logramos conectar mínimamente, la voz del televidente, que se ha convertido precisamente en la favorita de la audiencia norteamericana. Una novata que está aprendiendo a marchas forzadas en un mundo que no es el suyo pero que, por momentos, parece conocer mejor que nadie. Su misterio, el misterio de su nacimiento y sus progenitores, se ha convertido en uno de los atractivos de la serie semana tras semana, dando lugar tanto a curiosas teorías (¿Jessica Drew? ¿Spider-Woman?) como a otras que parecen más difíciles de creer (¿Hija de Coulson y May?). El olvidable noveno episodio (Repairs), sirvió precisamente para comprobar como ella se ha convertido en el elemento central del equipo, por encima incluso de Coulson.
Con todo esto llegamos al décimo capítulo (The Bridge), el último antes del parón Navideño y primera parte de un arco argumental que pretendía dar solución a muchos de los misterios de la serie (para empezar, la resurrección de Coulson), dando de paso un vuelco a las líneas argumentales El regreso de un personaje ya visto en los primeros capítulos, como apoyo al equipo, marca el inicio de las hostilidades abiertas entre el equipo de Coulson, el Clarividente y la organización Ciempiés. El fuego se combate con fuego y, parecía, que era el momento perfecto para que entrasen en acción los metahumanos, que deben de servir además como reclamo espectacular de la serie. Nos equivocamos un vez más, pues nada de esa nueva presencia en el equipo se aprovechó y tampoco se notó demasiado en la forma de vender la serie y la respuesta del público. Con el undécimo capítulo (The Magical Place) se cerró esa trama, y supuso también la gota que colmó el vaso de la paciencia de muchos. Las críticas a lo que ocurre en él o, más bien, a lo que no ocurre se han disparado en los USA, con aficionados y medios especializados cargando contra los guionistas y productores, ante el desaprovechamiento del Universo Marvel y el poco ánimo que parece tener el reparto en pantalla. La audiencia además le está dando la espalda a la serie, en un descenso constante de los espectadores semana tras semana.
Viendo ese episodio queda claro que uno de los mayores errores de S.H.I.E.L.D. ha sido apostar por una temporada de 22 episodios con un estilo procedimental cargado de clichés. La excesiva duración de la temporada es un arma de doble filo, pues deja en evidencia que la forma en la que se vendió la serie al público no fue la adecuada, creando esperanzas e ideas equivocadas sobre lo que nos íbamos a encontrar. De hecho, estamos a mitad de temporada y si no fuese por el sello Marvel, es probable que estas alturas ya estaríamos hablando de que no volveríamos a ver al Equipo Coulson la temporada que viene. Donde sí se canceló su emisión fue en Cuatro, el canal generalista que emitía la serie en abierto en nuestro país. Una mala programación, unido a la nula publicidad que la cadena realizó del estreno de la serie, provocó el fin de las emisiones prácticamente a la cuarta semana de su inicio. Una muestra más de lo maltratadas que están las series internacionales en España, por si Agentes de S.H.I.E.L.D. no tuviese ya suficientes problemas.
Bill Paxton ha fichado para interpretar a John Garret en un arco de 4 episodios
Para solucionar dichos problemas, Jed Whedon, Jefrrey Bell y Maurissa Tancharoen, los showruners de la serie, han anunciado que en lo que resta de temporada veremos a más personajes Marvel (se ha hablado de Ventisca, villano de Iron Man, así como el presumible regreso de Gravitón). A su vez, Bill Paxton, veterano actor en series como Big Love o películas como Apollo 13, ha fichado recientemente para un arco argumental de, como mínimo, 4 episodios, en los que interpretará a John Garret, personaje salido de los cómics que aquí será un antiguo compañero de armas de Coulson. Y por si fuese poco, Stan Lee interpretará a un personaje desconocido también en una de las próximas entregas, realizando de este modo su habitual cameo que esperemos que ayude de algún modo a Agentes de S.H.I.E.L.D. a conseguir el tono Marvel que debería caracterizarle y que todos los que la visionamos cada semana esperamos que llegue a tener algún día.
Agentes de S.H.I.E.L.D. se emite todos los martes en ABC USA, y los viernes en España el canal de pago FOX