Superman, el Hombre de Acero: Ciudad Infinita Hasta la Ciudad Infinita y más allá
Superman, el Hombre de Acero: Ciudad Infinita USA - 2013 Guionista:Mike Kennedy Dibujante:Carlos Meglia
Editorial:ECC Ediciones -
96 páginas - color
Precio:8,95€
La labor que la editorial ECC está realizando desde que se hiciera con los derechos de publicación de los comics de DC está siendo más que reseñable y acertada. No sólo no ha descuidado las series actuales sino que se ha propuesto rescatar del olvido algunos de los tebeos más olvidados del extenso catalogo de la editorial americana. De esta maneta no han sido pocos los proyectos unitarios (sobre todo Otros Mundos) que han visto la luz recientemente, en su mayoría, protagonizados por Superman o Batman.
Desde las primeras páginas de este Superman: Ciudad Infinita nos damos cuenta que se trata de una historia diferente y no sólo por el guión de Mike Kennedy sino por el dibujante Carlos Meglia. El estilo del artista argentino (tristemente fallecido en el año 2008) le aporta un tono distendido a una historia cuya finalidad se supone entretener al lector, sin ningún tipo de exigencias extras. Algo que en principio parece muy sencillo y simple no se suele cumplir siempre, tan solo hay que echar un vistazo al panorama editorial mensual para ver que hacer un comic para pasar un buen rato no es tarea fácil.
Ciudad Infinita nos va a relatar una historia en la que veremos cómo el lanzamiento del cohete de Kal-El no fue la única decisión tomada por Jor-El para intentar garantizar la supervivencia del legado Kryptoniano. El progenitor de Superman creó una realidad alternativa con sus propias reglas físicas, un misterioso emplazamiento al que poder trasladar su conciencia, un lugar al que Clark se ve atraído de manera ineludible. Una excusa para profundizar más en el pasado de Krypton, maniobra editorial que siempre ha llamado la atención del aficionado más acérrimo.
La interesantísima idea inicial se irá desarrollando gracias al “viaje” que realiza el matrimonio formado por Lois y Clark hasta tan singular paraje. La historia sirve como excusa perfecta para introducir algún que otro personaje secundario más en la ya bien nutrida mitología del personaje y poder aprovecharlos en futuras historias. Pero si algo merece una mención especial es el trabajo de Meglia, con estilo deudor de aquello que bautizaron como Amerimanga, las páginas firmadas por el sudamericano son toda una lección a una industria que le negó el reconocimiento que merecía, hecho que convierte esta edición por parte de ECC en el mejor homenaje que se le podía hacer al sobresaliente artista.
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