Spiderman Superior #87

El nuevo Spiderman eleva la apuesta

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El Spiderman Superior, sí. ¿Pero Superior en qué? Porque sí, es cierto: si algo quedaba claro en los primeros números de esta nueva etapa es que Otto Octavius, este nuevo "Peter Parker", tenía bastante más ego y menos humildad que nuestro trepamuros de toda la vida pero, más allá de eso, el que se definiese a sí mismo Superior resultaba un tanto curioso, puesto que incluso sus métodos se nos antojaban a la mayoría de nosotros bastante menos heroicos e “inferiores” que los de su antecesor. Pero todo eso cambia en el número que nos ocupa y al fin entendemos que quería decir el bueno de Otto con este adjetivo. O, traducido de su lenguaje… ¡Mercenarios! ¡Spiderbots! ¡Bases secretas! ¡Patas mecánicas! ¡Nuevo y oscuro traje!

Así es. Desde los tiempos en los que Tony Stark regalaba a Peter un traje de última generación no habíamos visto algo parecido, un uso tan indiscriminado de la tecnología y de la inventiva arácnida como la que se nos muestra en este volumen. Este uso de la tecnología de manera tan descarada es un arma de doble filo: por un lado, está claro que introducir estos originales conceptos dan mucho crédito a Dan Slott, puesto que colocar nuevas ideas en un personaje y una serie como esta es algo tan costoso casi como contentar a todos los fans.


Por otro lado, ese es el problema: que muchos no sientan que este Spiderman lleva a buen puerto la idea de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, haciendo del Spiderman Superior una especie de hombre invencible que puede derrotar a cualquiera en cualquier situación, cuando una de las características más destacables del mismo era la idea de que no era ni mucho menos perfecto y que podía fallar como cualquier otro ser humano. Aquí queda claro al menos que Slott pretende demostrar una vez más lo diferente que es este Spideman del anterior, tan diferente que lleva al extremo la máxima del personaje y la pervierte y corrompe en gran medida.

A pesar tantas novedades… ¿podríamos decir que estos números suponen la primera gran decepción de esta etapa? Y es que más allá de esas nuevas ideas de Slott, la trama avanza lentamente, la vida de Parker/Octopus y cómo cambia su vida ahora que se dedica más a salvar al mundo apenas se desarrolla (queremos pensar que intencionadamente también en este caso), dejando en esta ocasión mucho más espacio a una de las tramas secundarias que teníamos olvidadas y que parece que dará mucho juego en el futuro.


La identidad del nuevo Duende, Phil Urich, era conocida por todos los lectores, por eso resulta casi aún más chocante lo que sucede en este volumen, la naturalidad con la que se da a conocer esa identidad al resto del Universo Marvel. Slott empuja a Urich a un callejón sin salida, una vez más por las malas artes del Spiderman Superior, justo cuando entra en juego al fin el mayor villano de la historia del Hombre Araña, un Duende Verde (cuyo diseño realizado por Humberto Ramos es lo mejor del mexicano en este arco argumental) que, como ya sabíamos también, lleva un tiempo conspirando en la sombra. ¿Pero se oculta realmente Norman Osborn o algún Osborn bajo su máscara? Por cierto, dejaremos para otro día el tema de Tiberius Stone, que también dará que hablar…

La lentitud con la que se desarrollan algunas líneas argumentales dejan claro que, a estas alturas, tanto Slott como Marvel eran conscientes de la gallina de los huevos de oro que tenían entre manos, por lo que era necesario alargar lo máximo posible algunas tramas para poder rentabilizar al máximo la etapa, a la espera del ansiado regreso de Parker. No se aprecia, a pesar de todo, que este sea un guión prefabricado, indicando también que el guionista estaba encantado de aprovechar todas las nuevas ideas introducidas.

Los villanos de la franquicia arácnida toman el protagonismo

Al hilo de esto, Panini incluye en este volumen mensual una serie nacida dentro del nuevo status, Superior Foes Of Spider-Man, una curiosa colección conducida por Nick Spencer que sorprende a propios y extraños por el nuevo enfoque que adopta sobre algunos de los villanos más recordados de la franquicia arácnida. Spencer nos lanza una especie de sitcom con personajes tan dispares como Conmocionador, Demonio Veloz, Boomerang o Escarabajo, dejándonos momentos imborrables como la visita de esta última a una tienda de cómics. Un complemento perfecto si lo comparamos, además, con lo que sufrimos en meses pasados con el complemento de Alpha, dibujado por un sólido Steve Lieber cuyo estilo se adapta a la perfección al tono de la serie.

Otras críticas publicadas:

Spiderman Superior #82- #83
Spiderman Superior #84
Spiderman Superior #85
Spiderman Superior #86