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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Sobredosis Vengadora

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 22/01/2014
La Atalaya del Vigía

Hace algún tiempo, con motivo del clímax de la larga etapa de Brian Bendis en Los Vengadores, reflexionábamos acerca de las consecuencias de dicho éxito a nivel creativo. Pero como se suele decir, “otro vendrá, que bueno te hará”. Y si con Bendis como cronista el supergrupo llegó a disfrutar de hasta cuatro series oficiales en paralelo (Nuevos Vengadores, Vengadores Secretos, Vengadores, Vengadores ¡Reuníos!), tras su marcha el numero no sólo no se ha reducido, sino que se ha incrementado.

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Actualmente nada menos que ¡ocho! series regulares lucen la marca “Vengadores” en su título (a las antes citadas se unen Imposibles Vengadores, las reiniciadas Poderosos Vengadores y Jóvenes Vengadores así como la anunciada Vengadores Mundiales). Un despliegue editorial no logrado ni siquiera por las series mutantes durante su apogeo comercial en la década de los 90. Un panorama a priori excesivo para la atención del lector y su bolsillo. Sin embargo esta actual etapa de sobredosis vengadora -a la que no es ajeno el enorme éxito de su versión cinematográfica- contiene ciertas diferencias y alicientes con respecto a la época inmediatamente previa.

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La principal diferencia es la ausencia de un único maestro de ceremonias. Si Bendis usaba los personajes a capricho, abriendo y cerrando series cuando él lo consideraba, ese monopolio queda ahora repartido en varios frentes. Jonathan Hickman heredó las dos series principales pero por el momento, y frente a la endogamia de su predecesor, ha sabido diferenciarlas en componentes y estilo otorgando a cada una cierta independencia. Así Vengadores mantiene el concepto de “los héroes más poderosos de la Tierra” mediante historias de superhéroes al uso recurriendo a una alineación de personajes tan inusual como numerosa, acumulando cuantos más nombres estelares mejor y recuperando viejos conceptos como el del Nuevo Universo. En cambio, Nuevos Vengadores descarta la ambientación callejera previa para centrarse en el grupo de los Iluminati y su relación con las Gemas del Infinito. El resultado es una trama de ciencia ficción cósmica plagada de conspiraciones muy del gusto del nuevo guionista. Ambas series se leen con interés y ejercen como columna vertebral de la línea, pero ambas trabajan con un plan a largo plazo en mente, lo que provoca en más de una ocasión un ritmo moroso y cierta inseguridad si no estará enredando demasiado la madeja (con Hickman el remate no suele estar a la altura del desarrollo). Está por ver si Avengers World, del mismo guionista, funciona como una pieza más de ese gran puzzle o tiene entidad propia.


Mucho más interesante resulta Imposibles Vengadores, escrita por Rick Remender y en cuya formación se unen componentes de los Vengadores y los X- Men. Pese al “pluriempleo” de algunos de sus componentes la serie se caracteriza por su independencia respecto a otras tramas, aportando frescura en su combinación de elementos de ambas franquicias como ver a Cráneo rojo enfrentado a los mutantes o a los Vengadores viéndoselas con Apocalipsis.


Menos justificable resulta el título de Vengadores Secretos y Poderosos Vengadores. La primera mantiene el tono de espionaje y acción utilizados previamente por Ed Brubaker, aunque tanto por estilo como por personajes parece antes un derivado de la versión cinematográfica de Shield que una serie sobre el grupo titular. Algo similar ocurre con la segunda, centrada en un puñado de personajes urbanos liderados por Luke Cage, que se asemeja a una nueva versión de Héroes de alquiler. Dos series no exentas de interés pero a las que los imperativos del marketing perjudican creativamente. Lo mismo sucede con Vengadores ¡Reuníos!, convertida en una suerte de cajón desastre redundante y sin rumbo definido.


Mención aparte merece Jóvenes Vengadores. A pesar de su título –meramente coyuntural- dicha cabecera se beneficia de poseer una personalidad propia orientada hacia un público más juvenil, contando con personajes independientes a la franquicia y cuya lectura es un soplo de aire fresco.

En resumen, y pese a sus altibajos, la actual franquicia vengadora ofrece un variado abanico de posibilidades que no está maquiavélicamente pensado para que el lector tenga que hacerse con todas las serie para leer una historia completa. Tampoco se limita a una única manera de enfocar la serie o sus personajes. Así, el actual sello “Vengadores” permite elegir al lector entre sus diferentes modalidades y disfrutarlas con cierta independencia. Aunque sea a costa de devaluar una marca a base de exceso y de propuestas que no siempre se ajustan a su título.


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