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Batman: El Caballero Oscuro - Loco Comic Digital
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"'Tabby, Europa no es un país' 'Si no es un país, ¿por qué tiene una bandera, eh? ¿Por qué?'" Elsa Bloodstone y Tabitha Smith / Nextwave
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Batman: El Caballero Oscuro - Loco

Psicopatía en el País de las Maravillas

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 11/02/2014

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La etapa de Grant Morrison al frente del destino de Batman y su universo ha eclipsado en gran medida las demás colecciones que DC dedica al personaje. Si a eso sumamos el excepcional trabajo que Scott Snyder y Greg Capullo están realizando en la cabecera principal del siniestro defensor de Gotham, la cosa pinta muy mal para otras colecciones del personaje. Sin embargo, ese carácter secundario –y veréis que utilizo este término sin carácter peyorativo alguno en un momento- permite a los autores que se acercan a ellas algo más de libertad creativa, una pizca de independencia –no mucha, que si no viene papá Didio y te larga rápido- que otorga a lagunas de las propuestas un muy interesante tono.

Vayamos por partes… Este Batman: El Caballero Oscuro fue la colección creada para gloria de David Finch. De hecho, sus primeros números nos regalaron algunas de las más icónicas imágenes de ese relanzamiento deceíta llamado Nuevos 52: la primera visita al remozado Asilo Arkham, el ataque conjunto de los villanos a nuestro protagonista, un Joker a camino entre Schwazenegger y Hulk… Sin embargo, pronto quedó claro que Finch no iba a poder mantener el ritmo de escribir y dibujar la colección, lo que trajo consigo el fichaje de Paul Jenkins y, más tarde, su salida del título. Tras él, un periodo de transición algo preocupante y, sin ninguna ceremonia ni celebración, la llegada del novelista Gregg Hurwitz o, dicho de otro modo, una magnífica noticia para los amantes del Caballero de la Noche más oscuro y siniestro de los últimos años.

Batman en una de sus patentadas entradas a un cubil criminal


La saga que ahora publica ECC bajo el título de Loco trae de vuelta a uno de esos villanos considerados menores por la mayoría de lectores. Su origen basado en un cuento popular, sus escasos poderes y lo poco amenazante de su físico, han situado a Jervis Tetch en la segunda liga de amenazas gothamitas y, a pesar de grandes encarnaciones llevadas a cabo por Jeph Loeb, Paul Dini o Bruce Timm, parecía estar condenado a permanecer en ese lugar destinado a los peligros de relleno. Al menos, hasta la llegada de Hurwitz…

Greg Hurwitz utilizará los conocidos elementos de Alicia en el País de las Maravillas para mostrarnos una nueva cara de Jervis Tetch


El guionista deja claro que, en sus manos, Tetch va a dejar de ser un pelele al servicio de los planes de otros y que la locura de este deforme ser lo ha llevado al lugar sin retorno. Los flashbacks a su infancia nos advierten de lo que nos espera al encontrarnos ante una mente completamente perdida en el único recuerdo alegre de su existencia, pero decidida a llegar a límites inhumanos y completamente depravados para revivirlo una vez más. El salvajismo y brutalidad con que el Sombrerero Loco arrebata vidas es aún más aterrador al demostrar que los seres humanos que controla con sus invenciones no son más que meras marionetas que deshecha sin un ápice de culpabilidad cuando ya no sirven a esa enfermiza meta que ansía alcanzar.

El Sombrerero Loco mostrará en este relato una locura y salvajismo a las que no nos tiene acostumbrados


El siniestro trazo de Ethan Van Sciver otorga a las páginas un aire de pesadilla dantesca reforzada, sin duda, por la imaginería de esa Alicia en el País de las Maravillas que, para la mayoría de nosotros, forma parte de nuestro imaginario infantil. Una pena que la lentitud de Van Sciver haya obligado a Szymon Kudranski a encargarse de un par de números restando bastante de la intensidad y suciedad que el dibujante entregaba a su Batman.


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