Brian Azzarello: El asesino siempre es el guionista

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La casualidad ha querido que este Febrero coincidan en las novedades de ECC nada menos que cinco obras escritas por Brian Azzarello. Una excusa perfecta para realizar una breve semblanza y recorrido por la trayectoria de uno de los guionistas más interesantes de la última década.

Nacido en Cleveland en 1962, Azzarello aterrizó en el mundo del comic como editor en la difunta editorial Comico a mediados de los 90. Ávido lector, allí firmó sus primeros guiones para series como Red Dragon o Primer. Discretos trabajos que llamaron la atención del entonces editor de la línea Vértigo de DC Axel Alonso que le encargó historias cortas para antologías como Gangland o Flinch. Convencido del potencial de su nuevo fichaje Alonso le encargo el relanzamiento de Jonny Double, un viejo y olvidado personaje de la editorial. Un trabajo que asentó lo que iban a ser las contantes de su obra posterior y supuso la primera de sus colaboraciones con el dibujante Eduardo Risso.

Con esta obra Azzarello demostró tener un gran conocimiento de los resortes del género negro en un momento en que este era una rareza en el cómic USA. Con novelistas como Jim Thompson, David Goodis o James Ellroy como referentes, sus guiones denotaban una hábil construcción de argumentos y atmosferas con predilección por los personajes ambiguos, los ambientes sórdidos y las tramas llenas de violencia. Mención aparte merece su sobresaliente oído para los diálogos versátiles y con chispa. Tanto que parece como si los propios personajes se los susurrasen al oído, incluyendo todas las particularidades de sus acentos, jergas y nivel sociocultural.

El reparto de 100 Balas al completo

El virtuosismo de Jonny Double llevó a Alonso a dar luz verde a una ambiciosa propuesta original del guionista, de nuevo enmarcada dentro del género negro: 100 Balas. Cristalizando todas las virtudes expuestas en el párrafo anterior, la serie se convirtió en uno de los emblemas de la línea Vértigo, abriendo el mercado a nuevas propuestas del género y convirtiendo a su guionista en un autor solicitado.

La etapa del autor en Superman tiene tantos adeptos como detractores

Así Azzarello comenzó a realizar encargos para Marvel (Banner, Cage) y DC (Batman, Sgt. Rock, El Diablo) donde colaboró con dibujantes emblemáticos como Richard Corben y Joe Kubert y en los que consiguió mantener sus constantes narrativas usando personajes de géneros muy distintos. Mención aparte merece su labor en Superman junto a Jim Lee, amada y odiada a partes iguales, donde su intento de aportar un realismo más crudo al personaje no consiguió evitar la sensación de hueco ejercicio de estilo. Y es que en ocasiones ese dominio del realismo y la intriga parecen jugar en su contra a la hora de abordar otros géneros que exigen el uso de otras herramientas.

Azzarello y Risso también dieron su versión del Señor de la Noche en el tabloide Wednesday Cómics

Esta última peculiaridad marcó su etapa en Hellblazer, que desató las iras de muchos fans. Azzarello cambió la tradicional ambientación británica de la serie, embarcando a un Constantine más perverso que nunca en un viaje por los EE.UU y sustituyendo las historias sobrenaturales por amenazas mas mundanas pero igual de terroríficas. Una interesante etapa ilustrada por Marcelo Frusin, atmosférico dibujante con el que poco después realizó Loveless, un western descarnado y crepuscular donde el estilo superaba al contenido y que fue cancelado antes de tiempo por falta de ventas.

Loveless, el ocaso del western según Azzarello y Marcelo Frusin

Tras el cierre de 100 balas pasó a concentrarse en proyectos de extensión más pequeña como sus turbias y realistas visiones de Lex Luthor y el Joker junto a Lee Bermejo, el relato de serie negra Asquerosamente Rica, el espléndido homenaje a la literatura pulp de First Wave, dos estimables aportaciones al polémico proyecto Before Watchmen y una incursión en el género de la ciencia ficción con Spaceman.

El guionista, fascinado por el lado oscuro de la humanidad, es el guionista de las magníficas Luthor y Joker junto al espectacular Lee Bermejo

Actualmente escribe la actual serie de Wonder Woman, firmando una de las etapas más interesantes de cuantas ha conocido la superheroina y uno de los mejores títulos de la actual DC. Ajeno a modas y grandes eventos, la obra de Azzarello se antoja como una de las más sólidas y personales de cuantas ha dado el comic mainstream USA. Una rara avis que ojala se mantenga durante mucho tiempo.