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Batman: Fuego Cruzado Comic Digital
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"¿Sabías que el oxigeno fue descubierto en 1847? Me pregunto que respiraba la gente hasta entonces." Groucho / Dylan Dog #10
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Batman: Fuego Cruzado

El Señor de la Noche y Deathblow cruzan sus destinos

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 04/03/2014

Wildstorm era un sello nacido al amparo de Image Comics y liderado por uno de los genios del dibujo actual llamado Jim Lee. La popularidad de la editorial fundada por todos los enfants terrible de la industria no había dejado de crecer aunque, debido en gran medida a la obstinación de estos dibujantes a la hora de encargarse de los guiones de sus series –a menudo derivativas de héroes y argumentos sacados directamente de sus estancias en la majors-, las ventas empezaron a flaquear con la llegada del nuevo siglo.

Aún así, Lee siempre ha sido, además de un artista impresionante, un visionario en esta industria y dejó que la omnipotente DC se anexionara su sello Wildstorm en 1998. El movimiento no gustó mucho a sus compañeros aunque nadie podía discutir que tenía su lógica. Mayor seguridad para sus publicaciones, enorme publicidad para los títulos y un parque bastante más grande en el que jugar. Dentro de su línea figuraban por aquel entonces franquicias de gran repercusión como WildCats, Gen13, StormWatch –reconvertida después en la definitoria The Authority- e incluso, ABC Comics, serie de títulos creados por el mismísimo Alan Moore, que se veía una vez más arrastrado a la compañía con la que tenía una relación destructiva desde los tiempos de La Cosa del Pantano o Watchmen.

Los personajes principales investigarán un peligroso misterio separados por 10 años


Por supuesto, las cabezas pensantes de la editorial decidieron rápidamente que, además de comenzar a publicar las colecciones bajo el paraguas DC, también podía monopolizar el éxito de estas franquicias cruzándolas con sus personajes más conocidos. De esa época nacieron propuestas como Gen13/Superman, WildCats/JLA o el excepcional Planetary/Batman –además de un proyecto que debía reunir al Señor de la Noche con la chavalería de Gen13 dibujado por J. Scott Campbell que, desgraciadamente, no vio la luz más allá de algunas divertidas páginas.

DC, tenemos un problema… Deathblow está muerto



Uno de los pocos personajes que cazaba a la perfección con la filosofía y naturaleza de Batman a la hora de encarar proyectos conjuntos con el catálogo Wildstorm era Deathblow. A pesar de manifestar algunos poderes sobrehumanos en su colección, su pasado como soldado de operaciones encubiertas y el hecho de que estos poderes sólo fueran un producto de experimentos gubernamentales que se manifestaron mucho después, lo convertían en carne de cruce con el Señor de la Noche.

Por supuesto, también tendremos algunas de las entradas patentadas de nuestro protagonista


Nacido en un serial de la publicación Darker Image, claro homenaje de Jim Lee en su ejecución estética al Sin City de Frank Miller, Michael Cray era un soldado que había visto demasiado y nadado en las putrefactas aguas de los procedimientos gubernamentales en la sombra. Si obviábamos sus aventuras en el Wildstorm actual –con algún desafortunado enfrentamiento con entidades demoníacas y episodios de poderes psiónicos-, su afiliación al Grupo 7 de Operaciones Internas y su trabajo en los bajos fondos mundiales eran terreno interesante para llevarlo a Gotham. Sólo había un problema… Michael Cray llevaba años muerto y nadie estaba realmente interesado en resucitarlo.

La solución la encontró Brian Azzarello, guionista que se encontraba bebiendo las mieles del éxito de su thriller noir 100 Balas, al que la editorial encargó el proyecto. ¿Qué pasaría si, en vez de cruzar a los personajes, cruzábamos sus legados y sus acciones? Porque Fuego Cruzado es un experimento extraño en lo que a crossovers intereditoriales se refiere. Sus protagonistas se encuentran separados por 10 años y las acciones del pasado determinan los hechos actuales, al tiempo que el escritor extiende ante nosotros un tapiz repleto de traiciones, dobles y triples agentes y un misterio que parece que nunca podrá ser desentrañado con un asesino de extraños poderes y un mítico villano en el mismo centro.

Un asesino con 'ardientes' intereses pondrá en jaque a los dos justicieros


A los lápices un primerizo Lee Bermejo que ya va demostrando sus impresionantes capacidades narrativas y su capacidad para crear atmósferas envolventes y personajes distinguibles. De hecho, incluso se permite que los parecidos estéticos entre Wayne y Cray jueguen un papel muy importante en el tercer acto de nuestra historia dando un interesante giro a la narración, que sirve de nuevo a la original manera de unir a Deathblow con el defensor de Gotham.

Cabe destacar también el magnífico entintado de Tim Bradstreet –idóneo para la estética del título gracias a su realista trazo- y el coloreado cargado de sepias y azules de Grant Goleash que nos hace sumergirnos la suciedad y contaminación del Gotham City de Azzarello.

En resumen, un proyecto interesante por lo que supuso en su momento y necesario para entender la evolución como dibujante de ese inmenso artista que es Lee Bermejo.


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