Debols!llo: La gran pequeña editorial de cómic

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Deambulando recientemente por un centro comercial mis ojos se detuvieron al ver a la venta Noé, cómic editado por el sello Debolsillo y obra del director Darren Aronofsky con dibujos de Niko Henrichon. Una obra paralela al film de Aronofsky sobre el citado personaje bíblico que se estrenará en breve.

Noé es la última aportación de Debolsillo a una trayectoria tan poco conocida e irregular como interesante e importante. Esta aparente contradicción no lo es tanto si tenemos en cuenta que tras este sello se encuentra Penguin Random House, división en lengua hispana del mayor editor literario del planeta. La pertenencia a una empresa tan enorme, dedicada a tantas y tan diversas áreas – siendo el cómic una de las menos explotadas- posiblemente explique su discreción dentro del panorama del cómic español. Una situación paradójica que permite a sus responsables correr ciertos riesgos a la hora de publicar.

Debols!llo ha prestado mucha atención al sector superheroico con presencia cinematográfica

Tras iniciarse en el mercado patrio con la edición de prestigiosos autores de cómic independiente USA como Art Spiegelman, Joe Sacco y Daniel Clowes, en 2005 la filial nacional de Random House creó Debolsillo, línea editorial dedicada exclusivamente al noveno arte. Su política editorial parece bascular entre apuestas comerciales y obras de cariz independiente y prestigio crítico. Asimismo, su ventajosa posición empresarial le permite editar obras cuyos derechos están siendo utilizados por otras editoriales como Panini, ECC, Noma Editorial o EDT –si bien acreditando a las mismas en los casos pertinentes.

El excelente Carlos Giménez ha tenido una gran relación con la editorial

Debolsillo se inauguró con una adaptación al cómic del libro de Arturo Pérez Reverte El Capitán Alatriste, a cargo del veterano Carlos Giménez. Ello propició una fructífera relación con dicho autor que llevó a la reedición en formato integral, apaisado y con una magnífica relación calidad/precio de algunas de sus principales obras, como Paracuellos, Los profesionales, Barrio ó 36-39. Idéntica operación se repetiría con otros clásicos de la viñeta en español como Mujeres Alteradas de Maitena ó Makoki de Miguel Gallardo y Juan Mediavilla, junto a obras de nuevo cuño como Simiocracia y Europesadilla de Aleix Salo.

La adaptación al cómic de la magna obra de Stephen King es otro de los aciertos de la editorial

Pero el grueso de su edición responde a licencias basadas en la sinergia entre el cómic y el cine. Así Debolsillo ha editado cómics del Motorista fantasma, Los 4 Fantásticos, Spiderman, Hulk, Iron Man, Lobezno, Hellboy, Batman ó Superman, aprovechando el tirón mediático de estrenos cinematográficos basados en dichos personajes. Esas ediciones recuperaban sagas no publicadas en formato tomo por la editorial pertinente y cuyas características -material relativamente reciente, formato bolsillo, papel satinado- parecen un precedente para la posterior línea Extra Superhéroes de Panini. Mención aparte merece La Torre Oscura, adaptación en viñetas de la saga literaria de Stephen King. Publicada en paralelo a la edición en grapa de Panini, llegó a motivar la cancelación de esta última a favor de la versión en tomo.

Por otro lado, y siempre con un ojo puesto en la sinergia mediática, Debolsillo ha publicado títulos como El Caballero Errante y La Espada Leal (precuelas de la saga literaria y televisiva Juego de tronos), Zombi: Guía de Supervivencia (según el libro homónimo de Max Brooks), Cowboys & Aliens (que dio pie a la película de mismo nombre), Una Bala en la Cabeza (cuya adaptación al cine protagonizó Sylvester Stallone), el manga Oldboy (a rebufo del remake realizado por Spike Lee), Scott Pilgrim de Bryan Lee O'Malley (también con su pertinente versión cinematográfica) ó la ya citada Noé. Un ecléctico currículum al que se une la edición integral del Supreme de Alan Moore y la estimulante Battling Boy de Paul Pope.

La impresionante Battling Boy de Paul Pope es uno de sus últimos lanzamientos

La política editorial de Debolsillo parece estar orientada a atraer la atención de un público ajeno al mundo del cómic y pensado para la venta en grandes superficies. Pero su presencia en los medios dedicados al arte secuencial resulta meramente testimonial, así como su atención a las librerías especializadas. Algo que se antoja como un error, al descuidar un mercado que demanda dichos productos y contribuye a su mayor difusión mediática. Por otro lado, aunque acertada en casos como las obras de Giménez –aprovechando su habitual composición de página en filas de tres o cuatro viñetas-, el formato bolsillo no le hace ningún favor a obras como La Torre Oscura, Battling Boy o Noé, pensadas para lucir en un tamaño mayor. Pequeños defectos que, pese a su privilegiada posición, los editores deberían pensar en corregir. Los aficionados al medio lo agradeceríamos.