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Grima La monstruosa cara de la realidad
Grima USA - 2012 Guionista:John Arcudi Dibujante:Jonathan Case
Editorial:Planeta de Agostini -
136 páginas - color
Precio:16,95€
Conocido principalmente por sus trabajos dentro del género fantástico (AIDP), resulta llamativo que John Arcudi firme una historia policiaca tan sobria y realista como esta. Una obra cuyo planteamiento llama inicialmente la atención por la peculiaridad física de su protagonista, aunque finalmente esta resulta ser lo menos importante en una historia que gira en torno al sentimiento de culpabilidad.
El inexplicable y repentino suicidio de un adolescente, precedido por el de su mejor amigo solo unos meses antes, supone el inicio de una intriga que tiene como protagonista a Oxel, un detective privado y antiguo amor de la afligida madre del chico. La peculiaridad estriba en que Oxel padece acromegalia, una enfermedad crónica que ha deformado su rostro dándole un aspecto que provoca el rechazo de la mayoría de la gente. Una apariencia llamativa y perturbadora que el guión utiliza inteligentemente, convirtiendo al aparentemente monstruoso Oxel en un personaje sereno, reflexivo y que evita la violencia. Algo que contrasta con la hipocresía y sucios secretos de los personajes aparentemente “normales” con los que se va topando mientras realiza sus pesquisas.
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El guionista utiliza la enfermedad del personaje para demostrarnos que la aparente 'normalidad' de los demás personajes es únicamente una fachada |
Narrada con un ritmo pausado, distribuyendo calculadamente la intriga y sus respectivos giros argumentales, Grima es un relato cargado de melancolía en la descripción de su personaje, proveniente del choque entre los recuerdos del pasado y el triste presente de los protagonistas. Asimismo, el misterio sobre el suicidio de los dos muchachos -y el papel que juega la figura del abuelo de uno de ellos- irá desvelándose en una interesante intriga sobre un traumático secreto donde nada es lo que parece. Una historia de género negro que, frente a opciones más estilizadas y/o espectaculares, destierra los grandes lugares comunes del mismo y apuesta por un realismo sin estridencias que añade mayor crudeza.
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El misterioso suicidio de un joven, tras el de su mejor amigo poco antes, se convierten en un misterio para nuestro afligido protagonista |
Esa sobriedad narrativa se ve correspondida en la parte gráfica por la labor de Jonathan Case, potenciando el tono casi documental de la historia, sin recrearse en la inusual apariencia de su protagonista y desenvolviéndose igual de bien plasmando los entornos urbanos habituales del género como los fríos y oscuros bosques donde el protagonista encontrará la solución al misterio. Mención aparte merece su visualización de los flashbacks y las secuencias oníricas, a las que otorga un estilo propio diferenciado del resto. De esa manera Case alterna un grafismo propio de la línea clara europea con un estilo basado en el coloreado directo sobre bocetos para las secuencias (reales e imaginarias) que transcurren en la mente del protagonista. Una alternancia que en ocasiones se produce incluso en viñetas de una misma página, logrando un efecto tan llamativo como eficaz.
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