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Crisis en Tierras Infinitas: Muerte y Renacimiento de DC
“Mundos vivirán. Mundos morirán. Y el universo DC nunca volverá a ser el mismo". Pocas veces una frase promocional ha recogido con tanto acierto la esencia de un cómic. Uno que marcó un antes y un después en varios sentidos dentro del género de los superhéroes.
El origen del proyecto se remonta al inicio de la llamada Edad de Plata del cómic de superhéroes, cuando a principios de la década de 1960 DC relanzó el género, renovando viejos personajes (Superman, Batman) o creando directamente nuevas versiones (Flash, Green Lantern). Para justificar la existencia de ambas líneas se acuñó el concepto de Tierras Paralelas, según el cual las versiones antiguas de esos personajes vivían en un universo distinto. Un recurso que acabó dando pie a historias donde personajes de ambas tierras –y otras creadas posteriormente- cruzaban sus caminos de forma regular. Pero a la larga esto acabó siendo extremadamente confuso, llegando al punto de que ni siquiera los propios autores sabían que versión del personaje estaban escribiendo ó en que continuidad transcurrían sus aventuras. Los errores y contradicciones se fueron acumulando durante los años posteriores, algo que no favorecía cara a las ventas y provocó que las cifras de la compañía fueran disminuyendo frente a sus rivales.
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Marv Wolfman quería cumplir el sueño de escribir una serie con todos los personajes DC... ¡y vaya si lo consiguió! |
La necesidad de dar un vuelco a su política editorial y la cercanía del 50º aniversario de la compañía acabó por ser la oportunidad que el guionista Marv Wolfman llevaba esperando desde su infancia para escribir una historia que incluyese a todos –en el sentido más literal del término- los personajes de DC. Guionista con gran conocimiento de la continuidad y habilidad para las historias con múltiples personajes, Wolfman presentó una historia de dimensiones cósmicas donde una misteriosa fuerza destruía una tras otra las distintas tierras paralelas. Guiados por un misterioso personaje conocido como el Monitor y su ayudante Harbinger, los héroes de diferentes tierras unían fuerzas para intentar salvar sus mundos mientras el tiempo y el espacio enloquecían a su alrededor. La intención última era la de simplificar el universo DC en una sola continuidad, dejando una única versión renovada de cada personaje y eliminando el resto. Asimismo, a nivel editorial la serie presentaba dos conceptos hasta entonces insólitos y posteriormente estandarizados: el de serie de duración limitada –doce números- y el de crossover que afectaba a todos los títulos.
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La preparación y escritura de Crisis... llevó dos años a guionista y editores |
Pero eso era más fácil de decir que de hacer. La cantidad de historias, personajes y versiones de los mismos manejada por Wolfman era tan ingente que hicieron falta dos años para que guionista y editores examinasen el material –que comprendía absolutamente todos los cómics publicados por DC desde 1935- antes de decidir que mantener y que eliminar. Una espera que Marvel aprovechó publicando títulos de características similares como Contest of Champions y Secret Wars. Sin embargo cuando Crisis… llegó a las librerías en 1985 no se parecía a nada publicado antes.
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La maxiserie está repleta de escenas y personajes icónicos: el sacrificio de Barry Allen, la llegada del Anti-Monitor, el destino de Supergirl... |
La ambición y escala de la historia, ambientada a lo largo y ancho del pasado, presente y futuro de DC, se complementaban con la habilidad de Wolfman para dotar de tensión, sorpresa y dramatismo al argumento. Otra virtud era que las épicas escenas de acción no eclipsaban a los personajes de forma que, a pesar de su ingente número, la mayoría gozaban de un interesante desarrollo y escenas memorables como la muerte de Supergirl, el sacrificio de Barry Allen ó la batalla contra el villano Anti-Monitor en el inicio de los tiempos. Buena parte de esas virtudes obedecen a los dibujos de George Pérez. La habilidad del dibujante portorriqueño para ilustrar grandes escenas de masas sin renunciar al detallismo o la expresividad de los personajes roza directamente lo sobrenatural, haciendo que la historia fluya con envidiable ritmo a pesar de lo complejo y potencialmente confuso del guión.
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Crisis en Tierra Infinitas consiguió un gran éxito que preparó el mercado para otros eventos de igual magnitud |
Crisis… fue un gran éxito que cumplió un doble objetivo: devolver el interés por DC a los lectores y relanzar a sus principales personajes, limpiando el terreno para obras como Batman: Año Uno, el Hombre de Acero de John Byrne, la Wonder Woman del propio Pérez, la JLA de Keith Giffen y J.M. DeMatteis, el Escuadrón suicida y muchos otras que aportaron frescura y solidez al cómic de superhéroes.
Aunque Crisis… dejó algunos cabos sueltos -como los orígenes de Hawkman y la Legión de Superhéroes- que tardaron años en solucionarse y fue imitada en eventos posteriores tanto por la propia DC (Hora Cero, Crisis Infinita, Crisis Final) como por otras editoriales (El Guantelete del Infinito), nunca ha sido igualada. La calidad del trabajo de Wolfman y Pérez, su poderosa repercusión sobre historias posteriores, el cariño hacia los personajes y la continua sensación de estar ante algo nunca visto es lo que marca –y sigue marcando- la distancia frente a todos los demás megacrossovers.
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