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Alex Ross: Hiperrealismo Fantástico

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 25/06/2014
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Aprovechando la nueva edición la miniserie Justicia por parte de ECC nada mejor que revisar la obra de Alex Ross, autor conocido principalmente por su dibujo pictórico basado en el fotorrealismo. Su fama como ilustrador ha eclipsado no obstante su faceta como recuperador de las esencias clásicas de cómic de superhéroes.

Nacido en 1970 podría decirse que Ross ya llevaba el arte en la sangre, ya que su madre era una reputada ilustradora comercial. Fascinado por los superhéroes desde su infancia, Ross moldeó su trazó mediante la obra de dibujantes como Jack Kirby, John Romita, George Perez o Neal Adams. Pero el momento crucial fue su descubrimiento de Norman Rockwell. El detallado estilo realista del famoso ilustrador y su habilidad para dar un tono épico y simbólico a personajes y acciones cotidianas, supusieron un shock para el joven ilustrador, sembrando en su interior la fantasiosa idea de aplicar dichas características al cómic de superhéroes.

El estilo de Alex Ross se ha convertido en todo un referente en el mundo del cómic


Tras cursar estudios de bellas artes y trabajar en el sector publicitario, debutó en el mundo del cómic con Terminator:Tierra en Llamas, miniserie de la editorial NOW basada en la franquicia cinematográfica creada por James Cameron. El estilo de Ross aún estaba por eclosionar, mostrando un acabado más sucio y difuminado, pero su aplicación de técnicas pictóricas clásicas a la narrativa del cómic ya estaba presente. Despues vendrían pequeños encargos para editoriales como el sello Epic de Marvel (Hellraiser) y Eclipse (Miracleman Apocrypha). En esta última trabó amistad con el guionista Kurt Busiek, otro enamorado de los superhéroes clásicos junto al que elaboró varias propuestas rechazadas sistemáticamente por los editores.

Marvels convirtió a Ross en una estrella de la noche a la mañana gracias a su impactante representación de un universo Marvel visto desde los ojos del hombre común


Sin embargo, en 1993 Busiek y Ross presentaron su plan para una miniserie que relatase los inicios del universo Marvel desde el punto de vista de un hombre común. Un enfoque de estilo clásico, libre de la oscuridad y cinismo imperantes en el género en aquel entonces y que aportaba una espectacularidad insólita a los personajes y sus acciones. Algo potenciado por el arte de Ross, realizado en acuarela con una minuciosa atención al detalle y abundantes referentes fotográficos. Marvels convirtió a Ross en una estrella de la noche a la mañana, dándole carta blanca para hacer lo que quisiera. Su siguiente parada fue DC donde, acompañado por Mark Waid, dio un repaso a la plana mayor de su universo con Kingdom Come. Una historia que pese a su tono crepuscular incidía en su reivindicación del concepto clásico del superhéroe, potenciando asimismo sus rasgos mitológicos.

Sus aportaciones al universo DC comenzaron con Kingdom Come, enorme obra con guiones de Mark Waid



Kingdom Come fue el inicio de una fructífera colaboración con DC prolongada mediante cinco especiales de gran tamaño donde, junto al guionista Paul Dini, Ross profundizaba en la personalidad de varios de los principales personajes de la editorial (Superman, Batman, Wonder Woman, Shazam y la JLA) sublimando sus características icónicas. Desgraciadamente las páginas de Ross empezaron a sufrir de un estatismo ya presente en algunos momentos de Kingdom Come, convirtiendo los guiones en una mera excusa para el lucimiento de ilustraciones con una narrativa cada vez más torpe. Entre medias Ross realizó para Vertigo la miniserie Uncle Sam, su trabajo más cercano a los postulados de su admirado Rockwell. Una historia llena de simbolismo y acida crítica a los EE.UU. mediante un viejo y olvidado personaje de estética patriótica.

Una de sus obras más personales es, sin duda alguna, Uncle Sam donde deja muy claras las influencias de la obra de Norman Rockwell en su trabajo


Desde entonces la labor de Ross se ha restringido principalmente a ilustrar cubiertas y realizar diseños de personajes –destacando especialmente su aportación a Astro City-, pudiendo contarse con los dedos de la mano su dibujo de páginas interiores. De hecho, las ilustraciones de Ross para Justicia están realizadas a partir de los lápices de Doug Braithwaite. Mucho más prolífica ha sido su labor como guionista, firmando el argumento de proyectos para Marvel (Tierra X, Vengadores/Invasores), DC (Justicia, la JSA de Geoff Johns) y Dynamite Entertainment. En esta última ha dado rienda suelta a su amor por los clásicos recuperando personajes olvidados de la Edad de Oro (Project Superpowers), viejas creaciones de Jack Kirby (Kirby Genesis) y personajes de la literatura pulp (Masks). Historias competentes y con un disfrutable tono nostálgico pero muy lejos del impacto de las obras que le lanzaron a la fama. Cierto que lo minucioso de su arte no favorece lo prolífico de su obra, pero resulta frustrante para el aficionado ver a semejante ilustrador limitarse a labores tan modestas. Ojalá más temprano que tarde vuelva prestar su arte completo a un género cuyas bases pocos saben manejar tan bien con él.


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