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El origen perdido de Nick Furia
Con esta entrega de la Atalaya del Vigía quisiera hacer una reclamación sobre un cómic. Una petición mejor dicho, pues reclamación indicaría que ha sido editada previamente y no es el caso. Me refiero a Fury: Peacemaker, miniserie de seis números editada por el sello Marvel Knights y realizada por Garth Ennis y Darick Robertson. Dicho trabajo fue publicado en EE.UU en 2006 y en él se recrean los origines de Nick Furia, narrando una misión del entonces sargento en el frente africano durante la IIª Guerra Mundial.
No es la primera vez que autores y personaje coinciden. Allá en 2001 realizaron una miniserie que fue de los primeros lanzamientos de la línea MAX. Ambientada en la actualidad, la historia tenía como protagonista a un coronel Furia incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos y echando de menos las intrigas de la Guerra fría. Apartado del mando por ineficaces burócratas y con sus viejos compañeros sustituidos por novatos, este amargado veterano se ve implicado en un golpe de estado perpetrado por un antiguo miembro de Hydra. El resultado era un recital de violencia extrema -evisceraciones incluidas-, humor negro -Furia contra la ley antitabaco-, personajes estrambóticos -un gigantón desfigurado llamado “Carajodida” (sic)- y, de fondo, una reflexión sobre el poder adictivo de la guerra. Una propuesta que si bien se saltaba la continuidad y provocó el rechazo de algunos de los lectores más veteranos –incluso Stan Lee se quejó por lo excesivo del enfoque- resultaba extremadamente divertida. Años después, Ennis y Robertson se reunían para (re)contar el origen del personaje. El buen sabor de boca de la aventura previa y la ambientación bélica del relato (temática muy querida por Ennis: véanse War Story, Battlefields, La Brigada de los Fusileros, etc) hacían de ella una propuesta de lo más apetecible. Sin embargo, cinco años después dicha miniserie sigue inédita en España. ¿Por qué?
Ciertamente, pese al carisma e importancia histórica del personaje, hay que reconocer que dista de ser un peso pesado y le cuesta protagonizar una serie propia. Sin embargo, en este caso se trata de una historia cerrada que puede fácilmente ser vendida con la etiqueta de “Año Uno”, lo cual siempre resulta atractivo. Por otro lado corre a cargo de dos autores con probado tirón comercial (sobre todo Ennis) que asimismo desde hace unos años cosechan gran éxito (de ventas al menos) como autores de The Boys, lo que añade un plus comercial que podría ser aprovechado para su lanzamiento. A su vez, y tras una larga temporada como secundario ocasional, Nick Furia vuelve a disfrutar desde hace tiempo de cabecera propia (Guerreros Secretos), circunstancia que reverdece el interés por el personaje y convierte la tentación de editar Fury: Peacemaker a modo de precuela en más que notable. Puede que la presencia del Nick Furia cinematográfico (basado en la afroamericana versión Ultimate) suponga un freno cara a los lectores ajenos al cómic que quieran conocer al personaje, pero pensar en eso como excusa se antoja muy pobre. Visto que la calidad de la miniserie está más que probada (servidor pudo disfrutarla en inglés) no se entiende que a día de hoy Panini la mantenga inédita en nuestro país. La única explicación plausible es que la casualidad haya querido que su publicación se haya traspapelado en medio de cambios en el staff de la empresa y sucesivas revisiones del plan editorial. Ahora que Ennis acaba de anunciar su vuelta a Marvel para una tercera miniserie del personaje (dibujada por Goran Parlov) quizás los editores de Panini España reparen en que tienen entre manos una jugosa novedad inédita. Crucemos los dedos.
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