Heroínas de carne, hueso y férrea voluntad O de cómo la postmujer le robó protagonismo al superhéroe
Una sana relación entre esferas ha ayudado a dinamizar a los personajes femeninos del mundo del cómic. Desde la mitología clásica, pasando por el cine de acción y las series de televisión, las heroínas han ido bebiendo de aquí y allá, sumando a su ya compleja psique pequeñas revoluciones -algunas más sutiles que otras- que han ayudado a modificar en el respetable la percepción de lo que debe ser una heroína hoy día.
Cuando la serie Smallville comenzó a emitirse con el cambio de siglo, pocos se aventuraron a pronosticarle la deriva posfeminista light que ha ido desarrollando en estas últimas cuatro temporadas. El punto de inflexión que disparó esta filosofía lo marcó la reaparición en la serie de Lana Lang que, tras fingir su muerte y chantajear a su marido Lex Luthor, conspiraría para robarle al vil magnate su tecnología y equipararse así en poderes al alienígena Kal El.
|
|
La relación con el héroe sirve de inspiración sin afán derivativo; el fin último de la heroína es la autonomía |
|
|
|
|
Esta ruptura del marco no es una novedad en la ficcion televisiva. Joss Whedon ya la desarrolló en su mítica Buffy Cazavampiros, pero lo que sí sorprende es que ocurra en la mitología de un personaje como Superman, cuyas compañeras siempre se habían conformado con un sacrificado segundo plano. No obstante, los tiempos han cambiado; ejemplo de ello son las recientes representaciones de personajes femeninos que, hasta hace bien poco, nadie hubiera imaginado usurpando el lugar del héroe.
Lois Lane y Lana Lang, de novias a (super)heroínas
Lo que hubiera sido del mundo si ella hubiera llevado las medias es un apunte de Marta Peirano, alias La Petite Claudine, a propósito del personaje de Lois Lane en la versión fílmica de Brian Synger, y una reflexión lúcida sobre cómo la periodista del Daily Planet , "madre soltera y ganadora del Pulitzer con un editorial titulado Por qué el mundo no necesita a Superman", solo tiene que aprender a volar por su cuenta para que el kryptoniano le bese las botas. "Eso sí que sería un giro de tuerca interesante", sentencia en su blog.
Un planteamiento parecido es el abordado en Smallville por el personaje que interpreta Kristin Kreuk. A diferencia de lo expuesto por Grant Morrison en Superman All Star, donde el Hombre de Acero obsequia a Lois Lane con pasar un día entero experimentando sus poderes en carne propia, Lana Lang no espera a que se lo regalen por cumpleaños sino que, cual Prometeo, lo toma como legítimo derecho, propiciando así una relación entre iguales. La heroína, que no lo es por herencia sino por voluntad, se proyecta en el héroe y lo supera. Tal y como ocurre con la Batwoman de Greg Rucka y J.H. Williams (ver crítica), la relación con el héroe sirve de inspiración sin afán derivativo; el fin último de la heroína es la autonomía.
Página 1 de 3
1 |
2 |
3 |
|
|
|