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Y, El Último Hombre #9: Madre Patria Comic Digital
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"Un cobarde muere mil muertes; un valiente, sólo una vez" Adan Destine / Clandestine #5
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Y, El Último Hombre #9: Madre Patria

A un tomo del final, llegan las revelaciones en esta odisea post-apocaliptica

Un artículo de Bruno Lorenzo - Introducido el 10/11/2014
Y, El Último Hombre #9: Madre Patria
Y, El Último Hombre #9: Madre Patria USA - 2014
Guionista:Brian K. Vaughan
Dibujante:Pia Guerra, Goran Sudžuka
Editorial:ECC Ediciones - 144 páginas - color Precio:13,95€
PUNTUACION
3,5/5
Etiquetas: ultimo / DC COMICS /
AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.

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Penúltima entrega de las aventuras de Yorick Brown, la obra que catapultó definitivamente a Brian K. Vaughan al estrellato en el mundo del cómic. Llegamos a esta entrega después de un largo camino, cuatro años después, en la continuidad de la serie, del apocalipsis que derribó la civilización moderna y el patriarcado. Cuatro años de aventuras de todo tipo que nos han llevado a este punto: el de las respuestas. Pero la respuesta que, estamos seguros, muchos lectores quieren saber después de leer Madre Patria es clara, es la que acompaña a esta pregunta: ¿Era necesario todo lo que leemos en este tomo? ¿Alguien había pedido esas explicaciones a lo largo de Y, El último hombre?

Nos situamos: la tranquilidad parecía haber llegado a nuestro pequeño grupo de protagonistas. En Japón, Yorick, la Doctora Mann, la Agente 355 y nuestra nueva compañera de viaje, Rose, se disponen a trazar las líneas maestras de la última etapa de su viaje, exponiendo las posibles soluciones a la plaga. Una introducción perfecta que nos lleva a un nudo del volumen que, imaginamos, pocos esperaban. La existencia de otro hombre superviviente a la plaga, el doctor Ming, padre de Allison Mann, supone descubrir la existencia de unos horribles experimentos genéticos que tratan de arreglar todo el daño que en el pasado Ming infligió a su familia. Unos experimentos que no irían más allá de no ser porque están directamente relacionados con la plaga y con un concepto llamado resonancia mórfica. Todo un caso de doctor Frankenstein moderno, cuyo discurso y tribulaciones no parecen coincidir demasiado con el tono de la colección hasta el momento, por más que siempre habíamos tenido algunas subtramas con tonos de conspiración y misterio.

A solo un tomo del anunciado final de la imprescindible serie, Brian K. Vaughan comienza a ofrecernos las esperadas respuestas tras la misteriosa plaga


Está claro que una de las tramas principales de la colección ha sido siempre la búsqueda de una solución a la extinción del género masculino, una búsqueda dentro de una road movie en la que lo más importante era el camino recorrido que el destino. La plaga era por tanto un McGuffin, un recursos para desarrollar una historia. Teniendo eso en cuenta, se nos presenta una gran disyuntiva una vez leemos las explicaciones de Ming: ¿nos quedamos con la parte o con el todo? ¿tomamos por seguro lo que nos cuentan en estas páginas o lo dejamos como una muestra más de la versatilidad de su guionista de contarnos historias diferentes dentro del mismo contexto? Mucho tiempo ha pasado desde la publicación original de estos números, pero la polémica sobre las revelaciones que realiza el doctor ante unos extrañados Yorick y Mann siguen siendo objeto de debate. Desde aquí, para no añadir más carbón al fuego, nos tomaremos todo ello como un capítulo más de la serie, que por la forma en la que está escrito y desarrollado, vemos como un ejemplo de la ciencia-ficción que domina la narración de Vaughan, un ejemplo eso si llevado al extremo, y no como la explicación final y total de todo lo acontecido en la serie. Y es que son muchas casualidades, muchas piezas las que encajar, para que nos lleguemos a tomar del todo en serio.Y más en una obra como esta en la que el realismo, o el intento de realismo, ha dominado siempre.

Goran Sudžuka se despide de la colección con un número centrado en un Hollywood dirigido por mujeres


Dejando ese "detalle" a un lado, este tomo no podría tener más componentes: peleas (épica entre Toyoya y 355), clones, escapismo con bolis, declaraciones de amor, deserciones y despedidas. Vauhgan aumenta aún más la velocidad de la narración, con varios niveles de acción, situación en la que se mueve como pez en el agua. La habilidad del guionista por llevar con naturalidad la situaciones llega a su clímax en estas páginas. De conversaciones, de reflexión, pasamos a la acción frenética. La fuerza de los diálogos es innegable, con unos personajes que se comportan, reaccionan y suenan como verdaderos seres humanos en todo momento. El dibujo de Pia Guerra, una vez más , se convierte en clave para hacer notar todos estos detalles. Su trazo fluye, provocando que la conjunción de elementos, guión y dibujo, sin ser sobresalientes, haga reacción en el lector, que llega a estos números con el mismo interés y con la sensación, casi algo olvidada en la actualidad por los bailes constantes de equipos creativos, de poder haber degustado una historia auténtica, homogénea, de principio a fin.

El tomo se completa con los ya habituales números "de complemento", que suponen la despedida de Goran Sudžuka como ilustrador secundario. Ejemplares de la colección que nos muestran el punto en el que se encuentran otros personajes que han tenido relación con Yorick y su extraño grupo a lo largo de su viaje. Destacamos, a la espera del final, el protagonizado por el "servicio de limpieza" de la capital Estadounidense, que con ese final, simbólico y orgánico, demuestra una vez más que la sociedad y el mundo sigue girando pase lo que pase. La fuerza de la esperanza, otro de los temas que han sido fundamentales en esta colección


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