Marvel Studios: Si no puedes tenerlos… ¿Elimínalos?
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Después de varios años mareando la perdiz con el proyecto, 20th Century Fox acaba de dar luz verde a la producción de un film basado en Masacre. Una noticia muy esperada por los fans del mercenario bocazas de Marvel que, solo unos días después, fue seguida por otra bomba informativa: la editorial anunciaba su intención de matar al personaje. Normalmente el lector mínimamente curtido ni siquiera levantaría la ceja, acostumbrado a muertes de personajes que vuelven a la vida poco después. Pero la noticia se produce en un momento donde la relación de la editorial con varios de sus personajes está siendo muy discutida por motivos ajenos al comic.
Hace poco repasamos en esta sección la problemática de Marvel en referencia a los derechos cinematográficos de sus personajes. En concreto, como las versiones fílmicas de tres puntales de la editorial -Spiderman, X-Men, Cuatro fantásticos- estaban en manos ajenas -Sony, Fox- a su división cinematográfica. La intención de esas compañías de retener esos derechos evitando su regreso a Marvel Studios parece firme y sin final a la vista. Pero durante los últimos meses se han ido sucediendo una serie de informaciones que apuntan a que Marvel podría haber optado por “retirar” esos personajes de las viñetas con vistas a perjudicar sus versiones cinematográficas y forzar su devolución.
Las habladurías sobre esta supuesta maniobra comenzaron a raíz de la coincidencia entre las sagas Superior Spiderman y Ultimate Cataclysm. La sustitución de Peter Parker por el Dr. Octopus en la primera y el posible paso de Miles Morales –la versión afroamericana de Spiderman- a la continuidad tradicional tras el supuesto fin del universo Ultimate en la segunda fue visto por algunos como una maniobra para eliminar al hombre araña tradicional y sustituirlo por una versión distinta a la utilizada por Sony. Después, coincidiendo con la puesta en marcha de una nueva versión para cine de los Cuatro fantásticos, asomaba por la red la información que de Marvel planeaba cancelar todas las series de dichos personajes, relegando a sus protagonistas a apariciones secundarias en otros títulos de la editorial. Movimientos editoriales como la muerte de Lobezno ó potenciar a los Inhumanos -supuestamente cara a convertirles en sustitutos de la raza mutante- parecen echar más leña al fuego de esta teoría de la conspiración.
En principio lo recogido en el párrafo anterior entraba en el terreno del rumor sin confirmar. Todo apunta a que Isaac Perlmutter, CEO de Marvel desde 2005 y responsable último del actual universo Marvel cinematográfico, parece haber dado instrucciones de no promocionar en manera alguna a los personajes vinculados a otros estudios. Una intención que parece confirmarse con el anunció de que, efectivamente, la serie de los Cuatro fantásticos será cancelada en 2015 con el #645.
Lo cierto es que, visto en perspectiva, todo el asunto resulta bastante fútil. Más allá de pruebas circunstanciales –como que los Cuatro fantásticos y los X-Men no aparezcan en la ilustración conmemorativa del 75º aniversario de la editorial, aunque Spiderman sí lo hace- y de especulaciones con apenas base –Peter Parker vuelve a ser Spiderman, la línea mutante tiene más cabeceras que nunca y nada indica que al cierre de Los cuatro fantásticos no le siga un nuevo número uno- no existe indicio de que dicha maniobra tenga visos de realidad. Por otro lado, y teniendo en cuenta que las audiencias de sus películas superan ampliamente a las de los lectores de comic, ¿En que perjudicaría exactamente tal maniobra a Sony y Fox? Sus adaptaciones no dependen de la fidelidad absoluta a las viñetas. Y aunque así fuese, medio siglo de publicaciones les ha proporcionado un material base tremendamente amplio.
De confirmarse que el cierre obedece a la decisión de Perlmutter, lo cierto es que eso podría costarle dinero a la propia Marvel en concepto de merchandising y ventas al bloquear varios de los productos más conocidos de la editorial. El verdadero prejuicio no obstante seria para los lectores, resignados a ver como una maniobra empresarial arruina creativamente unos personajes con más de cinco décadas de éxito a sus espaldas. Tal decisión sería tan triste como absurda.
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