La Saga de Fénix Oscura
Hablar de La Saga de Fénix Oscura implica referirse al sacrificio de Jean Grey, al momento álgido de la etapa de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin, a un pilar básico en la continuidad del Universo Marvel y en definitiva a la historia que elevó a los altares a Uncanny X-Men.
Después de haber sido relanzada en el Giant Size X-Men #1 de 1975, los guiones de la cabecera madre del cosmos mutante fueron traspasados de Len Wein a la joven promesa británica Chris Claremont. Junto a Dave Cockrum, el escritor inglés fue sentando las bases de una larga etapa que tejería durante más de diecisiete años seguidos. Para cuando John Byrne sustituyó a Cockrum, Cíclope ya lideraba un equipo compuesto de Tormenta, Lobezno, Coloso, Banshee y Rondador Nocturno, un rostro con acento internacional que reemplazaba al grupo original de jóvenes estudiantes estadounidenses.
Aunque la Bestia, el Hombre de Hielo y el Ángel se habían alejado de la cruzada pacifista fomentada por el Profesor Xavier, a la primera alumna de éste aún la unía a Cíclope una relación sentimental que continuaba acercándola a las aventuras mutantes con asiduidad. Según los autores, la intención era conservar a Jean como un personaje secundario cuya importancia no iba a ser mayor que la de la rueda izquierda del Pájaro Negro, pero la creciente popularidad de la Patrulla-X iba acercándola cada vez más al rango de Los Vengadores, un hecho que cambió totalmente los planes respecto a Jean Grey.
Poder sin límites
Para terminar de equiparar a la Patrulla con un supergrupo de la talla de Los Vengadores o la Liga de la Justicia, los hombres-x necesitaban en sus filas a un Thor o un Superman que en un momento dado pudiese derrotar a la mayor de las amenazas. En vez de sacarse un personaje nuevo de la manga, Claremont y Byrne optaron por convertir a Jean en la supermutante Fénix al ponerla en contacto con una fuerza primigenia de naturaleza cósmica. Sintonizada con la mente psíquica de la pelirroja, la Fuerza Fénix se manifestó en el mundo físico a través de la joven y juntas, como un solo ser, salvaron al universo de la destrucción al reparar el cristal M´Krann, el núcleo de todas las realidades que existen. A partir de este momento el nivel de poder de Fénix no dejó de aumentar. La telepatía y telekinesis de la antaño Chica Maravillosa había evolucionado en un abanico imponente de habilidades tales como la manipulación de materia a escala molecular, la creación de portales interestelares o una fuerza mental capaz de derribar al Señor del Fuego, heraldo de Galactus. Una fuente de poder tan evidente no pasó desapercibida para la élite mutante del Club Fuego Infernal, una oscura organización en perpetua búsqueda de lucro. Sebastian Shaw, Emma Frost y Mente Maestra encabezaron la manipulación de la psique de Fénixs para ponerla de su lado. Pero se les fue de la mano al no ser capaces de contener una energía que ni alguien tan entrenado como Jean podía domar por completo.
Fénix descubre el apetitoso sabor de las emociones humanas y una vez desinhibida decide experimentar a fondo a través de los sentidos y sentimientos de su huésped humana. De esta manera vence con facilidad s sus compañeros de equipo y acaba con la vida de una civilización alienígena de más de cinco mil millones de seres.
En su regreso a la Tierra se sacude de encima un crucero de guerra Shi´ar y es entonces cuando el gran imperio galáctico de la Emperatriz Lilandra acuerda con los imperios Kree y Skrull tomar cartas en el asunto para frenar el inminente apocalipsis que puede desencadenar la pelirroja.
Fénix Oscura
Los Hombres-x vuelven a hacerle frente a su compañera pero nuevamente quedan a su merced. Únicamente la rápida intervención de Charles Xavier, aliado mentalmente con una Jean que combate a Fénix desde dentro, consigue pacificar a la diosa y enterrar su peligroso lado oscuro. Justo entonces los shi´ar los teletransportan a todos a la nave insignia para ejecutar a la pelirroja antes de que vuelva a perder el control. Aquí se desencadena el dramático duelo por el destino de Jean entre los hombres-x y la Guardia Imperial Sh´iar.
Originalmente la Patrulla era derrotada y Jean sometida a una cirugía cerebral para extirparla de sus poderes. Despojada de sus características mutantes, se casaría con Scott Summers y daría a luz a una niña, Rachel. A la altura del Uncanny X-Men 150 Magneto secuestraría a Jean y la ofrecería recuperar el inmenso poder de Fénix, una oferta que sería rechazada para evitar el resurgimiento de Fénix Oscura. Permaneciendo como humana, Jean se titularía en Psicología y se integraría de pleno en la Escuela Xavier como profesora de la nueva generación de mutantes. Pero nada de esto sucedió porque el editor en jefe Jim Shooter estimó que tras aniquilar un sistema solar Fénix debía sufrir un castigo más severo. Por esa razón los autores tuvieron que modificar el final original en tiempo récord, reescribiendo y redibujando las últimas páginas del Uncanny X-Men 137 (1980) para ajustarlas a la decisión que toma Jean, quien abrumada por el inevitable resurgimiento de Fénix opta por el suicidio como medida extrema para dejar de suponer una amenaza para sus seres queridos y en extensión para el universo entero.
Esta impredecible decisión fruto del amor y la bondad de Jean se materializó en el éxito de la franquicia mutante durante al menos tres décadas después, una popularidad extendida en multitud de cabeceras de cómic, series de animación, películas y merchandising de todo tipo. En los 80 Uncanny era la serie que había que leer, durante los noventa a pesar de los problemas en el sector las series-x copaban las listas de ventas y ya en los 2000 los mutantes saltaron con éxito a medios audiovisuales que les han acercado a todo tipo de públicos.
‘Supongo que simplemente intento escribir a las mujeres como un reflejo de las que conozco en la vida real. No tengo interés en personajes aburridos, ya sean hombres o mujeres", afirma Claremont. "Si hay un estándar de héroe masculino, ¿por qué no lo va a haber de heroínas femeninas? Francamente, encuentro a la mayoría de tíos aburridos (risas).Inicialmente consistía ene llenar un vacío. No veía ningún personaje femenino de cómic que me gustase por eso escribí los míos propios. Por desgracia no es un hecho que haya mejorado mucho con el paso de los años.’
Jean Grey, epítome de las mujeres fuertes e independientes escritas por Claremont, optó por morir como humana en lugar de vivir como una diosa. Claro que años después, haciendo honor a su nombre de guerra, resucitaría de sus cenizas. Pero esa ya es otra historia que no debe invalidar uno de los relatos más excitantes y sobrecogedores de la historia de Marvel.
|
|
|