Conan Rey: el Conquistador

Trono de sangre

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Desde su relanzamiento en los cómics de mano de Dark Horse, el bárbaro creado por Robert E. Howard ha ido dejando en los últimos años una serie de perlas capaces de satisfacer el paladar del lector más reticente. El dúo formado por Tim Truman y Tomás Giorello ha sabido recoger la esencia de los relatos escritos por Howard y trasladarlos a la viñeta manteniendo intacto el sabor a literatura pulp de los mismos.

Tim Truman y Tomás Giorello han captado a la perfección la esencia del Conan de Robert E. Howard

Mientras otra cabecera se encarga de narrar sus historias de juventud, la presente serie se centra en su etapa de madurez, donde un Conan viejo, cansado y cubierto de cicatrices relata a su fiel escriba sus gestas como monarca de Aquilonia. El presente volumen recoge la segunda mitad de la adaptación de la novela La Hora del Dragón, presentando en forma de largo flashback a un Conan derrotado en batalla y dado por muerto que busca una reliquia mágica que le permitirá derrotar a sus enemigos y recuperar el trono.

Esta cabecera nos narra la historia de un Conan viejo, cansado y dado por muerto en una imposible gesta por recuperar un objeto mágico con el que recuperar su trono

El tomo puede ser dividido a su vez en dos partes bien diferenciadas, con una primera mitad de tono más aventurero y abundantes elementos del género de espada y brujería mientras que la segunda apuesta por la acción de tintes bélicos. En su búsqueda del corazón del Ahriman Truman y Giorello llevan al protagonista por las peligrosas callejuelas de Messantia, recuperan su antigua condición de pirata y le introducen en siniestros templos estigios llenos de magia negra y criaturas monstruosas. Una travesía que culmina con la batalla entre el ejército comandado por el bárbaro y las tropas de los conspiradores liderados por el hechicero Xaltotun. En una época donde la descompresión narrativa parece la norma y los argumentos tienden al esquematismo, resulta refrescante encontrar una historia capaz de incluir tantos sucesos y tocar tantos palos temáticos sin inflar y/o estirar cada escena hasta la extenuación.


Sin las restricciones censoras con las que tuvo que lidiar la adaptación previa realizada por Marvel, esta nueva encarnación del personaje presenta a un Conan poco heroico y carente de escrúpulos que, en más de un momento, parece tan peligroso y cruel como sus propios enemigos. Sus andanzas recuperan asimismo la violencia explícita de los relatos originales. Algo a lo que Giorello sabe sacar partido (véase la sangrienta toma del barco por parte de los esclavos liderados por el protagonista) reproduciendo con habilidad las atmósferas exóticas y decadentes del argumento, que también incluyen ciertas pinceladas ocasionales de erotismo. El coloreado, a cargo del español José Villarrubia, ha sido elaborado con idéntica intención, realzando el tono fantástico y aportando una atmosfera añeja gracias a ese sombreado que imita el granulado de las viejas ilustraciones.

El resultado es un sólido relato de acción y aventura que viene a confirmar que el cimmerio más famoso de la ficción vive actualmente una de sus mejores épocas en lo referido al noveno arte.