Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
La Atalaya del Vigía Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Creía que tras siete temporadas de Expediente X, el hombre moderno gozaría de cierto sano escepticismo." Rush / The Authority #32
ID

El extraño caso del Conan infinito.

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 22/06/2011
La Atalaya del Vigía

Recientemente revisaba los listados de novedades de Planeta cuando llamó mi atención la presencia de varios lanzamientos muy distintos pero similares al mismo tiempo. Con unos meses de separación, el lujoso tomo de la Saga de Conan y Belit coincidía con la reedición de Conan Rey, la recopilación en tomo de Conan la Leyenda y la publicación mensual de Conan el Cimmerio. Podría pensarse que este aluvión bárbaro es fruto del inminente estreno de la nueva versión cinematográfica del personaje, pero sería falso. Y es que la omnipresencia de Conan en el mercado español es un caso de lo más particular.

Creado en 1932 por el prolífico escritor Robert E. Howard, Conan trascenderia la etiqueta de personaje pulp para convertirse en arquetipo del género de espada y brujería. Su llegada al cómic vino en los 70 de la mano de Marvel y gracias al nunca suficientemente valorado guionista y editor Roy Thomas. Acompañado primero por Barry Windsor-Smith (la evolución de su arte en sólo 24 números es una de las más impresionantes que servidor haya visto) y por el veterano John Buscema después (un talento todoterreno cuya obra, tanto en cantidad como en calidad, gana por goleada a dibujantes mucho más valorados), Thomas convirtió Conan el Bárbaro en uno de los grandes éxitos de la editorial. Logró asimismo que el personaje de Howard multiplicase exponencialmente su fama, hasta el punto de propiciar su salto al cine.
Adaptando los textos de Howard, añadiendo historias de cosecha propia y modificando el trabajo del novelista en elementos nuevos (el personaje de Red Sonja) permaneció en la serie durante 120 números de obligada lectura para el aficionado al comic. No contentos con el éxito, Thomas y Buscema lanzaron La Espada Salvaje de Conan. Esta segunda serie, en blanco y negro y formato revista, permitió a los autores liberarse de la censura del Comics Code y realizar historias con elementos más adultos (sexo y violencia), cosechando un éxito igual o superior al de su predecesora. Incluso llegó a lanzarse una tercera serie (Conan Rey) que narraba las aventuras de madurez del personaje, convertido en monarca de Aquilonia.

En una época de apertura de contenidos (terror, artes marciales, ciencia ficción) Marvel supo abastecer con Conan la sed del público por otros géneros, atrayendo asimismo al público reacio a los superhéroes. En España los lectores que se habían crecido con el Guerrero del Antifaz o el Capitán Trueno encontraron en el personaje una cómoda transición al cómic USA, teniendo asimismo los atractivos extra de la ambigüedad moral del protagonista y unas historias con mayor nivel de crudeza (y menor cantidad de mojigatería).

Thomas abandonó el personaje (y la editorial) a principios de los 80 y la calidad se volvió oscilante en manos de guionistas como Michael Fleischer, Bruce Jones, Chuck Dixon, Larry Hama o J.M. Dematteis. A principios de los 90 el personaje ya iba a la deriva y ni el regreso de Thomas ni una cuarta serie -Conan el Aventurero- consiguieron revitalizar al bárbaro, que falleció víctima de la crisis especulativa del sector. Se intentaron sin éxito varios relanzamientos, incluida una nueva serie regular -Conan, a secas- pasada por el filtro Image de corta vida. Curiosamente ese paréntesis no existió en España, donde se seguía publicando reediciones casi encadenadas y cada vez más lujosas del material de Thomas (ignorando prácticamente el de otros autores). Así uno podía encontrarse con la etapa de Windsor-Smith hasta en seis formatos diferentes pero esta repetición continua, lejos de sobresaturar, tenía éxito, atrayendo a numerosos lectores ajenos al mundo del cómic pero que seguían a la criatura de Howard casi obsesivamente.

Cuando finalmente Dark Horse relanzó al personaje desde cero (como si fuese un Ultimate Conan), Planeta rápidamente se hizo con las nuevas series -Conan la Leyenda y Conan el Cimmerio- que acompañó con nuevas reediciones (y van…) del material de Marvel. Y, al menos en España, el éxito vuelve a repetirse. Cabe preguntarse pues: ¿Qué les das Conan, que todos caen rendidos a tus pies?


contactarEdición impresa