Injustice: De la consola a la página impresa

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Pese a algunas notables excepciones el nivel medio de las adaptaciones al cómic de obras de otros medios suele presentar una calidad desigual. Algo especialmente patente en la traducción en viñetas de videojuegos de éxito. La adaptación de Injustice: Gods Among Us (2013) parece dispuesta a cambiar ese paradigma, habiéndose convertido en una inesperada revelación dentro del actual catálogo editorial de DC.

Injustice: Gods Among Us tiene en una realidad en la que Superman ha decidido actuar de manera más activa y brutal contra el crimen

Tras su relanzamiento de la franquicia Mortal Kombat, el estudio de programación NetherRealm Studios decidió aprovechar su pertenencia a la compañía Warner para elaborar un juego de lucha similar, basado en los principales personajes del universo DC. Además de los personajes y escenarios o aspectos técnicos como la jugabilidad y los gráficos, el videojuego llamaba la atención por su elaborado modo historia, enlazando los combates individuales por rounds con una trama tan interesante como insólita en la continuidad oficial.

Tom Taylor ha convertido esta adaptación en una de las lecturas más interesantes e inesperadas de DC

Al más puro estilo Elseworlds, Injustice: Gods Among Us presenta un mundo donde tras la destrucción de Metrópolis y la muerte de miles de personas (incluyendo a una embarazada Lois Lane) a manos de Joker, Superman decidió tomar un papel más activo en la lucha contra el crimen. El resultado es un nuevo orden mundial controlado por el hombre de acero que divide al resto de héroes entre los que le apoyan –Wonder Woman, Flash, Green Lantern- y los que se oponen al mismo considerándolo una dictadura –Batman, Green Arrow-, con los villanos –Lex Luthor, Deathstroke, Siniestro, Ares- tomando partido por uno u otro bando. La trama del juego, ambientada cinco años después, enfrentaba a la JLA del universo tradicional con sus oscurecidas replicas de este mundo.

El nuevo régimen impuesto por el Hombre de Acero tendrá, por supuesto, sus detractores entre las filas superheroicas

A modo de promoción DC decidió editar un web comic que ampliase la trama del juego, narrando los eventos ocurridos entre el atentado del Joker y la consolación del régimen totalitario de Superman. Inesperadamente se convirtió en un gran éxito de ventas internacional, siendo posteriormente publicado en papel con igual resultado tanto entre los lectores habituales como en otros ajenos al medio, convirtiéndose una de las cabeceras de DC mejor valoradas por la crítica.

Al no estar anclada a la continuidad vigente, el título se permite sorprender continuamente al lector con giros inesperados y decisiones audaces

Más allá de su sinergia con el mundo del videojuego, el principal motivo para dicho éxito radica en el guionista Tom Taylor. Formado en la escritura teatral y con experiencia previa en el mundo del cómic (The Authority, Star Wars), Taylor ha sabido dotar a Injustice de un interés propio más allá del mero producto de marketing. Influenciado por obras como Kingdom Come, Superman: Hijo Rojo, la Civil War marveliana y Twilight -el famoso proyecto nunca publicado de Alan Moore para DC- Taylor supo construir las numerosas escenas de acción en torno a un sólido desarrollo argumental, reflejando cuidadosamente la personalidad de los protagonistas y sus reacciones frente a tan insólita premisa.

Sin duda, este no es el Superman que todos conocemos...

El resultado es un retrato fiel a la esencia de cada personaje a pesar de que, irónicamente, se trate de una versión notablemente alterada de los mismos. Asimismo, y pese a frecuentes referencias a famosas historias de la editorial, su no pertenencia a la continuidad oficial permite al guionista llevar a los personajes por caminos insólitos donde cualquier cosa puede pasar. En el apartado gráfico la serie contaba inicialmente con la participación de varios dibujantes de renombre como David Yardin, Kevin Maguire y Neil Google. Pero esa dispar mezcla de estilos y lo breve de cada aportación acaban por ser más un defecto que una virtud. Afortunadamente a partir del #10 el español Bruno Redondo asumió el cargo de dibujante fijo, aportando una continuidad gráfica que beneficia notablemente el resultado.

Planificada de forma similar a las temporadas televisivas en volúmenes de doce números más un anual, el éxito del comic ha sobrepasado su concepto inicial, ampliando la trama del videojuego a personajes ajenos a la misma como Canario Negro, Guy Gardner, Lobo o John Constantine. Afrontando ya su tercer volumen, la serie se revela como una de las más frescas y entretenidas del panorama superheroico actual. Está por ver cómo afectará a la cabecera la anunciada marcha de Taylor, pero de momento la reedición en tomo iniciada por ECC supone la excusa perfecta para que aquellos que desconfían del pedigrí de Injustice le den una merecida oportunidad.