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La Escena del Crimen Planeta Cómic reedita en edición de lujo esta pequeña joya del género negro
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Las historias de cómic de género negro han ido creciendo en los últimos años y hoy podemos encontrar series limitadas o regulares de la calidad de Criminal o Fatale, aunque esta última tenga toques sobrenaturales, y buena parte del éxito de estas propuestas se debe a Ed Brubaker. El firmante de obras como Sleeper o Gotham Central se hizo cargo en 1999 de una serie llamada La Escena del Crimen, que nacía para el sello Vertigo con vocación de serie regular, pero que se quedaba lamentablemente en serie limitada de 4 entregas, debido a la apretada agenda de su creador y a una tibia recepción de los lectores, no acostumbrados aún a propuestas de este tipo.
La serie fue publicada en España por Norma Editorial en una edición ya descatalogada y, recientemente, aparecía en Estados Unidos una edición de lujo en tapa dura, mayor formato y acompañada de extras que ahora, para regocijo de los innumerables fans del guionista, Planeta Cómic ha recuperado respetando la fantástica edición americana.
La Escena del Crimen cuenta la investigación de la desaparición de Maggie Jordan que lleva a cabo Jack Herriman, un aprendiz de detective privado que deberá escarbar en el pasado de las personas cercanas a Maggie para descubrir que bajo la aparente normalidad que ofrecen, se esconden inesperados secretos familiares. Durante los 4 números de que se compone la serie, acompañaremos a nuestro protagonista en sus pesquisas, mientras trata de averiguar que le sucedió a Maggie.
Michael Lark se hace cargo del dibujo, ayudado por Sean Phillips, consiguiendo una atmósfera perfecta, donde las sombras dominan siempre la viñeta, hecho que Brubaker aprovecha para dejarnos numerosos primeros planos de sus personajes, ya que de sus expresiones y gestos depende la buena marcha de una historia basada en las mentiras y falsas apariencias que Jack irá descubriendo conforme avance en su investigación. El colorista James Sinclair y la tristeza que evoca su paleta de colores terminan de facturar la impecable estética de la obra.
El tomo se completa con Dios y los Pecadores, una maravillosa historia corta que se publicaba en la antología de Vertigo Al Filo del Invierno, y que servía de presentación a la serie. En resumen, un muy recomendable título, que ha pasado casi desapercibido frente a otros trabajos de sus autores, que podemos recuperar ahora en una magnífica edición.
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